NAVIDAD
LO ENCONTRARÁN
ENVUELTO EN PAÑALES (Obra de Títeres) - Año 2008
PERSONAJES: CHANCHO –
VACA – BURRO – MARÍA – JOSÉ – ÁNGEL – ISABEL.
RELATOR: Había una
vez en una granja unos animales que discutían por temas muy serios, vamos a
ver.
(Aparecen el chancho
y la vaca)
Vaca: Qué
injusta, che, qué injusta que es la vida te digo, te digo.
Chancho: Pero… ¿de
qué estás hablando, qué es lo que te pasa, Clorinda?
Vaca: ¿Y qué
querés que me pase? Que la vida conmigo fue muy injusta, che. Mirá nomás, qué
hace cualquier persona desde que se levanta.
Chancho: No sé. ¿Qué
hace?
Vaca: Primero, se
pone los zapatos, de cuero, amigo, de mi cuero. Después toma el desayuno, una
lechita chocolatada, o un té con leche, o un cortadito, o un capuchino… con mi
leche. Al mediodía, unas ricas milanesas, o un churrasquito. Y así, a la tarde
va otra leche, o un helado, o un sanguchito de queso, y a la noche, pa’ la
cena, un asadito al horno.
Chancho: Sí, y eso,
¿qué tiene de injusto? También se comen un jamoncito y yo no me quejo…
Vaca: Un
jamoncito, un jamoncito, pero a mí me sacan todo y… ¿sabés una cosa, che? A la
noche, cuando se van a rezar, los que rezan, naides se acuerdan de agradecer por
la pobre vaca, que camina aburrida y mascando pasto en medio del campo.
Chancho: Bueno, pero
no tenés que ser así tan vanidosa, mejor por qué no pensás que SOS uno de los
animales más importantes de la historia.
Vaca:
¿Importante? ¿Importante para quién?
Chancho: ¿Cómo para
quién? Para Diosito, mirá si sos importante, que te ha elegido para ocupar uno
de los lugares más importantes de todos los tiempos, a vos y al burro.
Burro: ¿Qué, quién
me llamó?
Vaca: Este
chancho loco, que dice que nosotros somos los animales más importantes de la
historia.
Burro: Claro, mirá
si seré importante que cuando un chico no sabe nada le dicen ¡qué burro que
SOS!
Chancho: Pero no, de
verdad, el único que se joroba en el Evangelio soy yo, que como en esa época no
conocían la triquinosis, creían que era un animal endemoniado, pero ustedes,
ustedes sí que fueron los elegidos, escuchen bien, que les voy a contar...
RELATOR: Y fue así
como el chanchito comenzó a contar la historia, la historia más bella jamás
contada. Todo comenzó en Nazareth, y le pasó a una Muchacha que se llamaba
María.
María: Ay, no
saben de dónde vengo, vengo de la sinagoga, fui a pedir fecha de casamiento,
porque saben, estoy de novia con el carpintero más bueno de toda Nazareth, pero
cuando llegué, el rabino estaba hablando y decía cosas que nadie podía
entender, algo como que ya el tiempo está cumplido y que está por nacer el
Mesías, el Rey de Reyes, el hijo de Dios, que durante casi 2000 años mi pueblo
estaba esperando.
Estoy
tan emocionada que me olvidé de pedir la fecha. ¿Cómo será? ¿De quién será? Lo
podré conocer...
Angelito: Ésta, ésta
es la chica, está bonita y es la más buena, me di cuenta porque los ángeles
vemos los pecados de la gente como lunarcitos en la piel y ésta no tiene ni una
manchita, es transparente, transparente, como ala de mosquito. A ver, me voy a
acercar un poquito, pobrecita, ni se imagina que ella va a ser la mamá de
Jesús. Bueno, llegó la hora de hacerme visible, aquí tengo la pastilla de
Visivinol para que me pueda ver… Llegó la hora, una de las horas más
importantes de la historia.
¡Hola,
María! ¿Qué andás haciendo vos por acá?
María: Perdón, ¿me
habla a mí?
Angelito: Y, yo otra
María no veo por aquí...
María: Discúlpeme,
pero mi mamá me enseñó a no hablar con extraños, aunque usted tiene cara
conocida, como si lo hubiese visto en sueños.
Angelito: Claro,
porque soy un ángel, y los angelitos siempre habitamos los sueños de las
personas buenas como vos.
María: Sí, claro,
es un angelito, seguro que va camino a la sinagoga, a anunciar la noticia que
está por nacer el Salvador. Digame, Angelito, ¿yo lo voy a ver?
Angelito:
Y bueno, a eso venía, esa decisión te toca a vos.
María: Pero claro,
cómo no voy a querer conocerlo.
Angelito: Pero es que
se trata de algo más que eso. Parece que Dios, mirando desde allá arriba, te
eligió para que seas la mamá del Salvador, pero vos podés decir que sí o decir
que no, porque Dios te hizo libre.
María: ¿Para ser
la mamá de Del Hijo de Dios?
Angelito: Sí, la
mismita.
María: ¿Para ser
la mamá del Mesías?
Angelito: Sí...
María: ¿Para ser
la mamá del Rey de Israel?
Angelito: Sí, María,
pero contestá de una vez que nos tenés a todos nerviosos.
María: No va a
poder ser, porque yo todavía no me casé...
Angelito: Pero eso no
importa, María, porque como vos lo dijiste, ese hijo es el hijo de Dios, y el
Espíritu Santo lo formará en tu pancita, y se llamará Jesús.
María: Entonces,
que se llame Jesús, y desde hoy yo para Dios me llamaré SÍ a todo lo que Él
diga.
RELATOR: Y así fue
como María Niña se convirtió en la Madre de Dios y Madre de todos nosotros.
(VA CANCIÓN “MARÍA
NIÑA”)
RELATOR: Pero cómo
decírselo a José...
María: ¡Ay! Creo
que soy la mujer más feliz del mundo, no, soy la mujer más feliz del mundo,
cuando se lo diga a José. Ay, cuando se lo diga a José, ¿me entenderá? Uy, ahí
viene.
José: Hola,
María, no sabés qué linda está quedando la casita, ya casi no falta nada, y
decime, ¿fuiste a pedir la fecha para el casamiento?
María: Sí, nos
casamos la semana que viene.
José: Pero cómo,
la semana que viene es muy pronto, todavía no habré terminado los pisos.
María: Eso no
importa, José, lo más importante ya lo tenemos.
José: Pero,
María, todavía faltan algunos detalles.
María: Pero no, no
tiene importancia… ¿Ves? Vos lo dijiste, son detalles, mirá hagamos la lista,
vas a ver que ya lo tenemos todo.
José: Bueno, a
ver… tenemos las puertas…
María: Sí, y
tenemos las ventanas.
José: ¿Tenemos la
mesa?
María: Y tenemos
las sillas.
José: ¿Tenemos la
cama?
María: Sí, y
tenemos el bebé…
José: ¿El bebé?
¿Pero de qué bebé estás hablando? Ya sé que tenés ganas de tener muchos hijos,
pero tiempo al tiempo.
María: No, José,
el bebé ya lo tenemos, me lo dijo un angelito, es el hijo de Dios, el Mesías,
del que hablan en la sinagoga, Dios nos eligió para que lo criáramos y lo cuidemos…
José: Pero,
María, eso es una locura… ¿Cómo será el hijo de Dios? ¿Será transparente,
tendrá alas, será cabezón de tanta inteligencia? ¿Hablará en mil idiomas, cómo
podrá ser el hijo de Dios? Qué problema…
María: No, José,
no te hagas problema que Dios ya nos va a ayudar. (Se va.) (Se queda José solo.
Luego aparece el angelito.)
José: Sí, las
mujeres lo ven todo muy fácil, pero el hijo de Dios, ¿miren si sale volando o
si es invisible? ¿Cómo se cuida a un bebé invisible? Mejor me voy a dormir,
porque me puse muy nervioso y todavía no inventaron las aspirinas.
Angelito: Pobre José,
no entendió nada, voy a tener que despertarlo… José, José, Josesito, pero tenía
el sueño pesado el amigo, Joséeeeeeeeee… No hay caso voy a tener que hablarle
en sueños, pero para hablar en sueños tenemos que cambiar la voz:
Joséeeeeeeeee, Joséeeeeee, María va a tener un hijo, el hijo de Dios, no temas
… Joséeeeeeeee, que va a ser un chico como todos, a vos te eligió Dios para
cuidarlos y amarlos, Joséeeeeeeeee.
(Se va el ángel.)
José: Uy, qué
sueño hermoso que tuve, ahora entiendo todo, claro… Dios me eligió para cuidar
a las dos personas que más va a amar el mundo en todos los tiempos, a Jesús y a
María, es la misión más hermosa que haya existido, qué puedo decir, que sí claro,
voy a buscar a María y nos vamos a casar ya mismo.
RELATOR: Y así fue,
enseguida concretaron la fecha del casamiento, pero antes, María, como era tan
buena, partió a un pueblito de las montañas para ayudar a su prima Isabel que
iba a tener nada más y nada menos que a Juan. Sí, a Juan el Bautista, el último
profeta, el que anunciaría a Jesús ¿Y en qué fue? Fue en un burrito.
(Va canción con
Isabel, burro; María.)
Angelito: Y llegado
el momento, José y María tuvieron que ir a registrarse al donde había nacido
José, la cosa fue que cuando llegaron, Jesús tuvo ganas de nacer por esos
pagos, y como no había lugar para ellos en las posadas fueron a dar a un
establo, el lugar más oscuro, para mostrarnos desde ese día que ya no hay
oscuridad que no pueda ser luz. Un lugar feo y bajo, para que sepamos que Dios
nos espera en cualquier caída.
Chancho: Y sí, allí
estaban ustedes, solamente ustedes, una pobre vaca gorda vieja y un burro
orejón, los únicos testigos del milagro más grande. Los que saben que a Jesús
se lo busca subiendo la mirada y siguiendo una estrella, y bajando la mirada
porque envuelto en pañales nos espera el Niño desde todo lo débil, desde todo
lo que nos haga inclinarnos.
ÁNGEL: Y aquella
noche pasaron cosas que nunca se vieron,
Las
estrellas florecieron y las flores alumbraron,
Las
bestias se humanizaron y hubo un parto sin dolor,
Un
gran rey se hizo pastor y un pastor se hizo cordero
Y
en ese dulce entrevero del cielo bajó el amor.
(Va última canción.)
FIN