Beato Ceferino Namuncurá
El beato Ceferino
Namuncurá (Chimpay,
26 de agosto de
1886 - Roma, 11 de mayo de
1905)
fue un joven salesiano argentino
aspirante al sacerdocio, de orígenes mapuche y chileno. El apellido Namuncurá (mapudungun:
'pie de piedra', de namun, pie, y curá, piedra) significa
‘alguien firme, decidido’.
En 1887,
al año de edad, Ceferino se salvó de perecer ahogado en el Río Negro, mientras jugaba en sus orillas. Ese mismo año, el
24 de diciembre,
en vísperas de Navidad,
fue bautizado por el misionero salesiano padre Domingo Milanesio, un importante
cristianizador de los pueblos
originarios. A los 11 años le pidió a este salesiano que
lo llevara a estudiar para luego regresar y así poder enseñar a los de su
pueblo. Su padre, siendo el cacique de la nación mapuche, fue elevado al rango
de coronel de la Nación y lo llevó a Buenos
Aires, donde fue recibido por el general Luis
María Campos, su amigo y entonces ministro de Guerra y Marina.
Ceferino ingresó en los talleres que la Armada tenía en la localidad de Tigre
(provincia de Buenos Aires) y permaneció allí por tres meses; posteriormente,
sin embargo, le pidió a su padre que lo sacara porque no le gustaba ese
ambiente ni esa profesión. El coronel Manuel Namuncurá recurrió a su amigo, el
Dr. Luis
Sáenz Peña, expresidente argentino, quien recomendó a
Ceferino a los salesianos. El 20 de septiembre de
1897
Ceferino fue inscrito como alumno estudiante interno.
En 1902 contrajo una enfermedad llamada
tuberculosis y dos años después, a los 17,
fue trasladado a Turín, Italia, con la esperanza de recuperarse y seguir
con sus estudios del sacerdocio.
El 11 de mayo de
1905, a los 18 años de edad, Ceferino Namuncurá murió afectado por la
tuberculosis y acompañado por Monseñor Cagliero.
El 7 de julio de
2007,
el papa Benedicto XVI
firmó el decreto que declaraba a Ceferino Namuncurá como beato.
El pontífice recibió al cardenal José
Saraiva Martins, el por entonces prefecto de la Congregación para la Causa de los
Santos, y autorizó a la Congregación a promulgar una
serie de decretos, entre los cuales el que declara beato al «siervo de Dios
Ceferino Namuncurá».
¿Y si nos animamos?...
El Beato Ceferino
Namuncurá fue un ejemplo de humildad y llevó el amor de Jesús a su pueblo que
no lo conocía.
¿Y si tratamos de
parecernos un poquito a él? ¿Te animas a llevar el amor de Dios a donde quiera
que vayas?
¡¡¡Salgamos a contar por
todos lados la alegría que tenemos de
tener a Jesús en nuestro corazón!!!
¡¡¡Vamos, Él nos da fuerza
y nos anima!!!
Oración al Beato Ceferino
Namuncurá para ir preparando el corazón…
Señor Jesús, te damos gracias
por haber
llamado a la vida y a la
fe, al peñi Ceferino, hijo
de los pueblos originarios
de América del Sur.
Él, alimentándose con el
Pan de Vida,
supo responderte, con un
corazón entero,
viviendo siempre como
discípulo y misionero
del Reino. Él quiso ser
útil a su gente,
abrazando tu Evangelio y
tomando cada día
su cruz para seguirte en
los
humildes hechos de la vida
cotidiana.
Te pedimos por su
intercesión que te acuerdes
de los que todavía
peregrinamos en este mundo.
Que también nosotros
podamos aprender de Él:
su amor decidido a la
familia y a la tierra,
la entrega generosa y
alegre a todos los hermanos
su espíritu de
reconciliación y comunión.
Para que un día celebremos
junto a él y
todos los santos la Pascua
eterna del cielo…
AMÉN
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