lunes, 18 de septiembre de 2017

Editorial por Mons. Ernesto Giobando s.j



Jesús camina con nosotros


Queridos amigos y amigas: 
estamos cerca de la Misa Arquidiocesana de Niños el próximo 21 de octubre a las 14.00 hs. en el Luna Park. Estamos preparando esta fiesta que nos reúne en torno a Jesús, y lo hacemos con un corazón lleno de alegría y lleno de rostros de los miles de niños que asistirán. Es un privilegio organizar esta Misa, ya que los niños son los privilegiados de Jesús. Y es con Jesús que queremos ponernos en camino, mejor dicho: Jesús camina con nosotros y nos invita a seguirlo.
Como Iglesia de Buenos Aires estamos realizando nuestro primer Sínodo, un momento de gracia y de presencia del Espíritu Santo. Sabemos que sínodo significa ponernos en camino. Sínodo e Iglesia son sinónimos, ya que si la Iglesia no sale a los caminos, se queda mirándose a sí misma. Una Iglesia en camino es la Iglesia de Jesús, que salió a los caminos de su patria a encontrarse con la gente, con sus sufrimientos y anhelos, con sus alegrías y tristezas, con sus esperanzas y pecados. Jesús es un itinerante, un callejero, e invita a sus amigos a que lo sigan por el camino.
Jesús sigue caminando hoy. Y camina con nuestros pies, bendice con nuestras manos, abraza las fragilidades cuando nosotros abrazamos las fragilidades de nuestros hermanos. Mira con nuestros ojos, escucha con nuestros oídos, ama a través de nuestro corazón compasivo y misericordioso. Ya que somos su cuerpo, lo que manda la cabeza, obedecemos. Si Jesús está en las calles y en el cruce de los caminos, en las esquinas de nuestra ciudad, allí estamos, o deberíamos estar nosotros.
Creemos que hay que catequizar a nuestros niños, hay que invitarlos a que miren a Jesús como el verdadero Maestro y Señor. La fe no está en los libros de catequesis ni en la genialidad de nuestros encuentros. La fe está en una persona que vino a esta tierra para mostrarnos el camino, la verdad y la vida que nos conduce a la plenitud del amor. ¡Esa persona es Jesús!
Jesús camina con nosotros, como lo hizo con los discípulos de Emaús. Ellos estaban tristes y desanimados, creían que Jesús los salvaría de los poderosos de este mundo. Jesús se hace un caminante con ellos y les va explicando las escrituras, parte con ellos el pan, y el corazón de los discípulos empezó a arder de nuevo y lo reconocieron al partir el pan. Jesús celebró con ellos la Eucaristía con el pan de la Palabra y la comunión con su Cuerpo. Con Jesús resucitado queremos celebrar nuestra Misa de los Niños, queremos que nuestros niños estén lo más cerca del Señor Jesús y que sus corazoncitos ardan de gozo y alabanza en el Señor, ya que de los niños escucha Dios la mejor de las alabanzas.
Los esperamos entonces, queremos agradecer a nuestros catequistas, dirigentes, sacerdotes, seminaristas, por el saludable esfuerzo de la organización de nuestra Misa Arquidiocesana de Niños.

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