PARA llevar a LA PEREGRINACIÓN
Proponemos, tomarnos un tiempo para reflexionar y preparar el “KIT”
Crear un clima tranquilo y preguntar a los chicos y escuchar sus respuestas:
¿Pensaron en sus alegrías? ¿Cuáles son? ¿Descubrieron que son parecidas entre sí o no?
Cuando descubrimos personas, sentimientos, que nos producen alegría como nuestra familia, nuestros amigos, nuestros juegos compartidos, no queremos perderlos. ¡Es muy lindo sentir alegría en el corazón!
La Virgencita también vivió esto. Al saber que Papá Dios la había elegido para ser la Mamá de Jesús, estalló de alegría. Especialmente cuando compartió esa alegría con su prima Isabel. Tanta alegría sintió, que dijo “Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se alegra en Dios, mi Salvador…” (Lc. 1, 46-47) Y cuidó esa alegría profunda en los distintos momentos de su vida.
Hoy, nuestra Mamá del cielo, nos convoca a ser custodios de la alegría, que cuidemos la alegría de todos con Ella, la alegría de sabernos amados por Papá Dios.
Como signo de nuestro Sí , los invitamos a preparar un pañuelo celeste que represente el manto de María. Con él nos cobija, nos resguarda del mal, nos cubre, nos protege y cuida la alegría.
Manos a la obra: materiales: pañuelo de friselina celeste, cortado en cuadrado 30x30. Marcadores.
Los chicos escribirán el lema CON MARÍA CUIDAMOS LA ALEGRÍA, en el pañuelo.
El día de la Peregrinación, serán utilizados en diferentes momentos y bendecidos durante la Misa para llevarlos como signo de nuestro compromiso de cuidar la alegría con María.
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