jueves, 26 de septiembre de 2024

Editorial - Esto Te va a servir para la Misa Arquidiocesana de Niños

 "Jesús multiplica nuestra alegría" 


La experiencia de Fe tiene, en el encuentro, uno de sus puntos fundamentales. La experiencia del Dios que sale al encuentro, a nuestro encuentro, es fundante.

Lo interesante de esto, es darnos un tiempo y preguntarnos qué despierta en nosotros.

Tomemos algunos encuentros que nos relata Jesús.

Cuando la oveja se pierde, el pastor la busca hasta encontrarla. El evangelio lo primero que dice es: “Y cuando la encuentra, se la carga muy feliz sobre los hombros”. Entonces llega a la casa, hace una fiesta e invita a los amigos a que se alegren con él.

Siguiendo de cerquita a Lucas, la señora que pierde la moneda, cuando la encuentra, reúne a todas las amigas para decirles: “Alégrense conmigo, porque hallé la moneda que se me había perdido”. Unos versículos adelante, el Padre Misericordioso, sale al encuentro del hijo que vuelve cabizbajo: “Estaba aún lejos, cuando su padre lo vio y sintió compasión; corrió a echarse a su cuello y lo besó.”

Alguien diría, “pufff, la cantidad de cosas que provoca el encuentro”. Y miren que podemos seguir encontrando ejemplos en milagros, en gestos, en palabras.

La pregunta sería, ¿qué sintió cada uno de los que experimentó este encuentro? Una respuesta podría ser: alegría, felicidad, gozo.

El lema de este año nos dice: “Jesús multiplica nuestra alegría”. Nosotros queremos invitarlos en esta oportunidad, a ser testigos del encuentro. Compartir con nuestros chicos y chicas la alegría que en el corazón nos provoca el encuentro cotidiano con el Señor que nos cuida, acompaña, quiere, salva, perdona, busca, escucha, guía, etc. El encuentro es esta multiplicidad de cosas, pero por sobre todo, nos jugamos a que el Encuentro con Jesús sea Alegría. Hoy necesitamos alegría. Necesitamos acercar la alegría de la esperanza al que está enfermo, la alegría de la compañía al que está solo, la alegría de la escucha al que necesita decir, la alegría de la palabra al que busca consejo, la alegría de la comunidad al que no tiene trabajo; en definitiva, tenemos que compartir la alegría de Jesús a un mundo que busca, por lugares equivocados, la felicidad que vino a traernos el que resucitó para salvarnos.

     Este es el desafío: acompañar a nuestros chicos y chicas para que descubran que el encuentro con Jesús provoca la alegría y el Señor que tanto nos quiere, multiplica siempre al ciento por uno la alegría que su amor nos trae. Dirían los chicos: “¡Es por ahí!”


Equipo de Vicaría de Niños

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