Guión
Pesebre Viviente 1
¡NAVIDAD ES UN REGALO! - Año 2003
Aparecen
en escena 4 chicos cargados de regalos y conversando entre ellos sobre precios,
compras, ofertas...
Locutor:
Faltando
muy poco tiempo para la Navidad, los negocios comienzan a brillar con sus luces
intermitentes, se desprenden guirnaldas por techos, barandas de escaleras
mecánicas, hay ángeles dorados por todas partes y pinos de todas las especies.
Hay adornos llamativos, muchos colores y señores gordos con barbas blancas
vestidos de rojo ofreciéndonos todo tipo de promociones, ofertas y cosas que se
supone no nos pueden faltar en estas fiestas.
Y
así recién saliditos del shopping encontramos a Belén, Anita, Laura y Lucas
comentando sus fabulosos negocios:
Belén: Ay Anita, no sabés todo lo que compré,
encontré un todo por dos pesos bárbaro,
conseguí
regalos para toda la familia.
Anita: En un todo por todo por dos pesos? ¿no será
muy ordinario?
Belén: Pero eso no importa, es para toda la
familia de mi mucama, para la mía elegí todo
de
marca.
Anita: Ah, me parecía, me dejás más
tranquila. Yo también compré de todo, porque viste, si esperás a último momento
no conseguís nada, en cambio así ya tenemos las primicias de todo lo que se va
a usar este verano.
Belén: Porsu gordi, y no sabés Laura, mirá
allí viene, pobre está recargada, se compró todo para decorar la casa y el
parque, nos pensamos lucir este año en la cuadra...
Laura: Ay chicas, a ver si me ayudan un poco
que se me cae todo, no sabés Anita las cosas que conseguí, el árbol es un pino
de 7m, y como no había artificiales tan grandes hice cortar uno que me dijeron
que en el parque 2219 de adelante dura como dos meses. Y las luces,
mirá, vas a pasar por casa y te encadilás, te encandilás loca, lleno todas las
ventanas y las puertas, el tejado y todo, la casa de mi pobre angelito es un
poroto al lado de cómo va a quedar la mía.
Anita: ¿Y Lucas? ¿qué se trae?
Laura:
el arsenal gordi, se compró todos los fuegos artificiales del negocio.
Lucas: A ver si se corren que llegó la
artillería pesada, este año no va a haber Noche Buena porque compré tantos
fuegos artificiales que no va a haber noche.
(se
ponen a mirar las cosas que tienen, paquetes y bolsas)
Locutor: Pero parece que no todos tienen la
misma suerte, creo que Matías no está en la misma sintonía, vamos a ver....
Matías: Uy, qué pasó chabones, se sacaron la
grande, se sacaron?
Anita: ¿se sacaron la grande, se sacaron?
Puede ser que seas tan ordinario Matías, no, ninguna grande, lo que pasa es que
estamos haciendo las compras para Navidad.
Matías: pero si todavía falta como un mes.
Belén: Ay Mati, ¿en qué planeta vivís? No ves
los negocios, no ves que ya hay Navidad por todas partes, empezó la locura, hay
que comprar, si no te vas a quedar con lo último.
Lucas: Sí mirá toda la batería pesada que me
compré, si me dejás pasear a tu perro te dejo tirar un cohete.
Matías: fa qué bueno loco, pero con todo lo
que te compraste solo me dejás un cohete.
Lucas:
y,
qué querés, si tu perro es un pulgoso cualquiera.
Laura: No Lucas, acordate que mamá no te deja
juntare con Matías, vamos, vamos que todavía nos faltas dos shopping más...
Matías: ¿Puedo acompañarlos?
Anita: Mmmm, no sé,
no tenés plata, te vas a retentar, me pasa a mí que me lo quiero comprar todo.
Belén: Sí Mati, mejor quedate, igual ya casi
terminamos ¿no, chicos? Sabés que pasa, la
Navidad
es un poco cara Mati.
(se
queda solo Matías con su perro) (aparece un Angel)
Ángel: ¿qué te pasa Matías? Te quedaste
triste.
Matías: no, importa...
Ángel: A ver, sí que importa, a mi me importa
Matías: Es que parece que se viene la Navidad
y yo no la puedo tener.
Ángel: Mmmm, a ver explicame un poco.
Matías: Sí, todos los
negocios están llenos de regalos que yo no puedo comprar, y si la Navidad es
eso, si es comprar y comprar, como me dijeron los chicos, la Navidad es muy
cara, y entonces no es para mí.
Ángel: Bueno, un poco de razón tienen, la
Navidad es cara, es lo más caro del mundo, porque es lo más valioso, lo más
grande, la Navidad es un regalo.
Matías: Viste, qué te dije, yo no la puedo
comprar, mirá, no tengo nada, nada más que este perro pulgoso que me encontré
en la calle abandonado.
Ángel: Pero yo te dije que la Navidad es un
regalo, no que son los regalos, y es tan cara pero tan cara que nadie en este
mundo por poderoso que sea puede comprarla. Por eso es únicamente un regalo, y
los regalos, para el que los recibe, son gratis.
Matías: No te entiendo muy bien, porque si no
se compra con plata, ¿cómo se consigue?
Ángel: Bueno mirá, escuchá muy bien que te
voy a explicar, en lugar de sacar la billetera, o la tarjeta de crédito y
llenarte los brazos de pesados paquetes, tenés que hacer justo lo contrario.
Matías: pero lo contrario es tener las manos
vacías...
Ángel: exactamente, tener las manos vacías,
así se espera un regalo, si las tenés
Ocupadas con lo que vos querés poner en ellas, no habrá lugar para nada más.
El secreto es ese, justamente ese, vaciar las manos.
Matías: ¿y quién nos da ese regalo?
Ángel: te dije que es el regalo más caro del
mundo, por lo tanto, es un regalo de Dios.
Matías: y en qué consiste ese regalo?
Ángel: en una posibilidad, en la posibilidad
de lo imposible, en que Dios se haga hombre
para
quedarse siempre con ustedes, para abrazarnos de cerca, para que tengamos en
donde mirarnos y así parecernos un poco más a Él.
Matías: Pero eso no pasó hace ya 2000 años?
Ángel: Sí, pasó hace 2000 años, pero vos no
sabés que el tiempo de Dios es un siempre hoy, y que cada vez que te preparás
para recibirlo ese niño vuelve a nacer en tu corazón? Y como vos decís, 2000
años, es un montón y es un ahora, por eso la fiesta de este año es más fiesta,
por eso estamos llenos de júbilo, por eso es el Jubileo.
Matías: ¿Y cómo es ese niño? ¿cómo un niño tan
pequeño puede darnos tanta vida?
Ángel: Porque ese niño es un Rey, pero no un
rey cualquiera, es un rey cuya capa es la piel de todos los hombres, de los
hombres necesitados, su corona brilla en las cabezas de todos los desamparados,
en las camas de los hopitales, entre las rejas de las cárceles, su palacio puede ser también una simple
casilla de chapas o un banco de una plaza, su cetro está hecho de justicia, y
en su soberbia mesa sirve el Pan, el Pan que nos da la vida y el vino que
intenta transitar nuestras venas embriagándonos con su amor, contagiándonos sus
latidos.
(se acercan los otros
chicos)
Laura: Ángel, perdonanos, pero te escuchamos
y esa Navidad que vos anunciás nos gusta mucho más que la nuestra.
Anita: Sí, por favor, decinos qué tenemos que
hacer para recibirla nosotros también.
Ángel: Primero hacer silencio, porque a los
ángeles se los escuchan en el silencio, por eso me escucharon los pastores,
después mirar para arriba, porque a Dios te llevan las cosas tan simples como
una estrella, de esas que no brillan en el shoping, de esas que brillan en el
cielo. Y después vaciar las manos, hacer un lugar.
Lucas: Así no más, no tener nada?
Ángel:
No,
así no más no, para vaciarlas, hay que dar, que dar sin parar, que dar la vida,
que servir, todo el tiempo, así las manos serán fuente para la sed del mundo.
Eso es vaciarlas, eso es hacerle lugar a Dios. A esa preparación la llamamos
Adviento, y estén muy seguros, que no habrá Navidad sin Adviento.
Matías: Ya entiendo, es hacer un lugar,
prepararlo lindo, y nos damos cuenta que ese lugar está bien preparado cuando
en él pueden entrar todos, todos los hombres del mundo.
Belén: Como cuando se prepara el pesebre.
Ángel: Sí, así de sencillo, así de fácil,
así de difícil.
Lucas: ¿y no habrá nadie que pueda ayudarnos?
Ángel: Por supuesto, hay alguien, la que lo
hizo mejor, la que se vació tanto de sí misma, la que se dio toda del tal
manera, que hizo de su vientre el lugar
de Dios, de su vida una cuna, un pesebre, en el que ahora nos mece a todos los
hombres. (Entra María, disfrazada o en Marioneta, con una canción mariana)
Y
como a Dios le gusta que hagamos las cosas en familia, y necesitó una él
también, hoy también nos cuida a nosotros: San José (entra San José con otra
canción)
Y
esa noche también bajaron estrella, cantaron angelitos, bailaron pastores y
adoraron reyes, así que con todos ellos cantemos y bailemos nosotros también. (entran todos
los que podamos, queda formado el pesebre y se lo anima con cantos y rondas).
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