Queremos encontrar y construir el Reino de Dios
Sugerencias
para un encuentro sobre la fiesta de Cristo Rey utilizando las parábolas del
Reino del Evangelio de san Mateo.
Las
parábolas descorren un poco, aunque no del todo, el misterio del Reino de Dios.
Ese Reino escapa a toda definición: es como...; se parece a...; se puede
comparar con...
De estas
parábolas se desprende que el Reino de los Cielos es una «nueva situación», un
«nuevo estado de cosas» que viene de Dios y se inicia con Jesús, pero reclama
la respuesta de los hombres. Sus comienzos son muy modestos y apenas
perceptibles. Inaugurado por el «sembrador» que sale a sembrar, debe
fructificar hasta la cosecha definitiva, de manera misteriosa y más allá de las
contradicciones y los fracasos aparentes. Nada puede impedir que siga adelante,
y sin duda terminará por transformarlo todo. Por él vale la pena sacrificar
incluso los bienes más preciosos. Ya se ha hecho visible, pero sólo al fin se
manifestará plenamente.
Podemos comenzar
cantando algunas canciones que conozcamos o aprender alguna nueva. Puede ser un
popurri de cantos y descubrir qué tienen en común todos ellos, cuál es el tema
que se repite…
Yo tengo un rey….mi Salvador…
Reina Dios de majestad vestido…
Mi reino es un grano de mostaza…
Para motivar:
·
Se puede armar un memo test cuyos dibujos sean las
comparaciones del Reino que encontramos en el Evangelio de San Mateo.
·
Organizarlos en grupos y darle a cada uno de los
textos de la Palabra y pedirles que dibujen con qué compara Jesús al Reino de
los Cielos.
Mateo 13, 3-
9 Mateo 13, 24 -30 Mateo 13, 31- 32 Mateo 13, 33 Mateo 13, 44
Mateo 13, 45
-46 Mateo 13, 47- 48
·
Presentar una cantidad de titulares de la realidad de
hoy de diarios o revistas, o bien imágenes donde se perciban distintas
situaciones de dolor, tristeza, violencia, enojo y también de bien, de amor, de
caridad, de alegría, solidaridad, sacrificio por el otro y leyendo los textos
de las parábolas compararlas y compartir dónde encontramos huellas del Reino
del que nos habla Jesús.
Mateo 13, 3- 9
Entonces
él les habló extensamente por medio de parábolas. Les decía: «El sembrador
salió a sembrar. Al esparcir las semillas, algunas cayeron al borde del camino
y los pájaros las comieron. Otras cayeron en terreno pedregoso, donde no había
mucha tierra, y brotaron en seguida, porque la tierra era poco profunda; pero
cuando salió el sol, se quemaron y, por falta de raíz, se secaron. Otras
cayeron entre espinas, y estas, al crecer, las ahogaron. Otras cayeron en
tierra buena y dieron fruto: unas cien, otras sesenta, otras treinta. El que
tenga oídos, que oiga!».
Mateo 13, 24 -30
Y les
propuso otra parábola: «El Reino de los Cielos se parece a un hombre que sembró
buena semilla en su campo; pero mientras todos dormían vino su enemigo, sembró
cizaña en medio del trigo y se fue. Cuando creció el trigo y aparecieron las
espigas, también apareció la cizaña. Los peones fueron a ver entonces al
propietario y le dijeron: «Señor, ¿no habías sembrado buena semilla en tu
campo? ¿Cómo es que ahora hay cizaña en él?. El les respondió: «Esto lo ha
hecho algún enemigo». Los peones replicaron: «¿Quieres que vayamos a
arrancarla?». «No, les dijo el dueño, porque al arrancar la cizaña, corren el
peligro de arrancar también el trigo. Dejen que crezcan juntos hasta la
cosecha, y entonces diré a los cosechadores: Arranquen primero la cizaña y
átenla en manojos para quemarla, y luego recojan el trigo en mi granero».
Mateo 13, 31- 32
También
les propuso otra parábola: «El Reino de los Cielos se parece a un grano de
mostaza que un hombre sembró en su campo. En realidad, esta es la más pequeña
de las semillas, pero cuando crece es la más grande de las hortalizas y se
convierte en un arbusto, de tal manera que los pájaros del cielo van a
cobijarse en sus ramas».
Mateo 13, 33
Después les dijo esta otra parábola: «El Reino de los
Cielos se parece a un poco de levadura que una mujer mezcla con gran cantidad
de harina, hasta que fermenta toda la masa».
Mateo 13, 44
El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido
en un campo; un hombre lo encuentra, lo vuelve a esconder, y lleno de alegría,
vende todo lo que posee y compra el campo.
Mateo 13, 45 -46
El
Reino de los Cielos se parece también a un negociante que se dedicaba a buscar
perlas finas; y al encontrar una de gran valor, fue a vender todo lo que tenía
y la compró.
Mateo 13, 47- 48
El
Reino de los Cielos se parece también a una red que se echa al mar y recoge
toda clase de peces. Cuando está llena, los pescadores la sacan a la orilla y,
sentándose, recogen lo bueno en canastas y tiran lo que no sirve.
Podemos
compartir entre todos:
·
¿Cómo podemos construir el Reino?
·
¿Qué actitudes nuestras lo muestran, lo hacen visible?
·
¿Cuándo colaboramos al crecimiento del Reino de Jesús?
·
¿Cómo nos sentimos?
Hacemos nuestra oración delante del Sagrario.
Cantamos
Podemos leer el texto de Juan 18, 36 -37
“Jesús
respondió: «Mi realeza no es de este mundo. Si mi realeza fuera de este mundo,
los que están a mi servicio habrían combatido para que yo no fuera entregado a
los judíos. Pero mi realeza no es de aquí».
Pilato
le dijo: «¿Entonces tú eres rey». Jesús respondió: «Tú lo dices: yo soy rey. Para
esto he nacido y he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. El que
es de la verdad, escucha mi voz».
Le presentamos a
Jesús nuestras ganas de construir el Reino …cada uno puede ir completando esta
oración:
Jesús
quiero construir el Reino dando alegría
Jesús
quiero construir el Reino compartiendo
Jesús
quiero construir el Reino siendo un poco
más generoso
Jesús
quiero construir el Reino pidiendo perdón
cuando ofendo a alguien
Jesús
quiero construir el Reino ……….
Hacemos la
misión repartiendo estampas de Cristo Rey entre los familiares, entre los
compañeros del cole, a la salida de la misa, saludando a los vendedores de los
negocios del barrio………
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