Mes de Septiembre: Padre Pío
Fiesta: 23 de Septiembre
Pío
de Pietrelcina (Pietrelcina, 25de mayo de 1887 – San Giovanni Rotondo, 23 de
Septiembre de 1968), fue un religioso capuchino y santo italiano. Su familia
era de clase humilde, trabajadora y muy devota. Su infancia se caracterizó por
una salud frágil y enfermiza. Es desde esta edad donde manifestó un gran deseo
por el sacerdocio. Su padre tuvo que emigrar a América para poder pagar sus
estudios, en 1898 a Estados Unidos y en 1910 a Argentina. Desde su niñez sufre
los llamados «encuentros demoníacos», que lo acompañarán a lo largo de su vida.
El
6 de enero de 1903, con 16 años, fue aceptado como novicio en el convento de
Morcone.
Siempre
fue un novicio ejemplar, puntual, obediente y nunca daba motivo para ser
reprendido. El 22 de enero de 1904 terminó su noviciado y pronunció sus votos
temporales.
El 10 de agosto de 1910 fue consagrado sacerdote en
la catedral de Benevento. Pero permaneció con su
familia hasta1916 por motivos de salud. Allí
en su pueblo natal dijo haber recibido los estigmas. En septiembre de 1916 fue
enviado al convento de San Giovanni Rotondo, donde vivió hasta su muerte.
Durante la Primera Guerra Mundial sirvió en el cuerpo
médico italiano (1917-1918).
Sin duda alguna lo que hizo más famoso al padre Pío fue el
fenómeno de los estigmas, llamados
pasionarios (por ser semejantes a los de Jesucristo en su Pasión): heridas en
manos, pies, costado y hombro, dolorosas aunque invisibles entre 1911 y 1918, y
visibles desde este último año hasta su muerte. Su sangre tenía al parecer
perfume de flores, aroma asociado a la santidad. La noticia de que el padre Pío
tenía los estigmas se extendió rápidamente. Muy pronto miles de personas
acudían a San Giovanni Rotondo para verle, besarle las manos, confesarse con él
y asistir a sus misas. Se trató del primer sacerdote estigmatizado.
A raíz de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), el padre
fundó los «Grupos de Oración del Padre Pío».
El 23
de septiembre de 1968, el padre Pío falleció. Su
funeral fue tan multitudinario que se tuvo que esperar cuatro días para que la
multitud de personas pasara a despedirse.
¿Y si nos animamos?...
El Padre Pío
dio testimonio del amor de Dios, no solo con sus acciones sino también con su
propio cuerpo y con su corazón.
¿Y si tratamos
de parecernos un poquito a él? ¿Te animas a dar testimonio de todo el amor que
te regala Jesús?
¡¡¡Salgamos a
contar por todos lados la alegría que
tenemos de tener a Jesús en nuestro corazón!!!
¡¡¡Vamos,
Jesús nos da fuerza y nos anima!!!
Oración al Padre Pio para
ir preparando el corazón…
Bienaventurado padre Pío, testigo de fe y de amor. Admiramos
tu vida como fraile capuchino, como sacerdote y como testigo fiel de Cristo. El
dolor marcó tu vida y te llamamos «un crucificado sin cruz». El amor te llevó a
preocuparte por los enfermos, a atraer a los pecadores, a vivir profundamente
el misterio de la Eucaristía y del perdón. Fuiste un poderoso intercesor ante
Dios en tu vida, y sigues ahora en el cielo haciendo bien e intercediendo por
nosotros. Queremos contar con tu ayuda.
Ruega por nosotros.
Lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. AMEN
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