Para rezar a la entrada o salida de los colegios
Contagianos su alegría
Los invitamos a prepararnos
en nuestros colegios para la peregrinación infantil, rezando al entrar o al
finalizar la jornada escolar, con el texto de san Juan 2,1-11 que utilizaremos
durante la misa. Este evangelio lo iremos fragmentando durante los cuatro días
previos y en torno a ellos haremos nuestra oración.
Podemos preparar, en
sintonía con la propuesta ya presentada en este subsidio, un afiche con una
imagen central de la Virgen María y cuatro tinajas alrededor, en las cuales
iremos agregando en los cuatro días que propone esta oración las palabras:
Amistad, Esperanza, Paz y Alegría.
La idea fundamental será
descubrir que de la misma manera que María intercedió por aquellos novios y
Jesús hizo su primer milagro convirtiendo el agua en vino, también ella está
atenta para que el Señor convierta en nosotros aquellas dificultades que podría
opacarnos la fiesta de la vida.
Primer
día: Contagianos su Amistad
Leemos en el evangelio de
San Juan (Jn 2, 1-2)
Tres días después se celebraron unas bodas en Caná
de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús
también fue invitado con sus discípulos.
A María le pedimos que siempre venga con Jesús. Que
nos lo acerque, que descubramos su cariño, su generosidad y su amistad. Y
también a nuestra mamá buena, le pedimos que interceda por nosotros para que
llenos de la amistad de Jesús nos animemos a sostenerla y mantenerla, sabiendo
que lo que nos quedamos a su lado siempre que hacemos todo lo que Él nos dice.
Recemos juntos el Ave María y pidamos con mucha
confianza a la virgencita que interceda por nosotros para que nunca nos
alejemos de la amistad que Jesús nos regala.
Dios te salve María
Segundo día: Contagianos
su Esperanza
Leemos en el evangelio de San Juan (Jn 2,3-5)
Y como faltaba vino, la madre de Jesús le dijo: «No
tienen vino». Jesús le respondió:
«Mujer, ¿qué tenemos que ver nosotros? Mi hora no ha llegado todavía». Pero su madre dijo a los sirvientes: «Hagan todo lo que él les diga».
Si prestamos atención a las tinajas de nuestro
afiche, por ahora son más las que están vacías que las llenas. Solo tenemos
llena la que dice Amistad, aquello que ayer nos contagió Jesús. Justo lo que le
pasó a los novios. Seguramente, casi todas las tinajas de vino estaban vacías y
solo quedaban unas poquitas con vino. Y antes, si faltaba el vino, se acababa
la fiesta. Imaginen que desilusión para la novia y el novio si la fiesta
terminaba de esta manera. Justo ahí es donde entra la virgen con su intercesión
y Jesús con su interminable generosidad. La esperanza, aunque nos parezca que
todo está mal es lo último que podemos perder. La esperanza, aunque parezca que
es más lo que falta que aquello que tenemos, es lo que siempre tenemos que
mantener. ¿Por qué? Porque tenemos la certeza, la seguridad y la fe que nos
regala el saber que siempre María está atenta a cuidarnos y Jesús nunca, pero
nunca, le dice que no a un pedido que su Mamá le hace. Entonces, vamos a poner
nuestra vida, nuestras necesidades, a nuestras familias, amigos y al mundo entero
bajo el cuidado de la Virgen, con la seguridad de saber que siempre contamos
con la ayuda del Señor.
Repitamos juntos
Virgencita
de la esperanza
que
estás atenta acompañando nuestra vida
decile
a Jesús que siempre nos cuide
y en
los momentos más difíciles
danos
fuerza para seguir adelante
confiando
en todo lo que tú Hijo nos dice.
Amén.
Tercer
día : Contagianos su Paz
Leemos en el evangelio de
San Juan (Jn 2,6-8)
Había allí seis tinajas de piedra destinadas a los
ritos de purificación de los judíos, que contenían unos cien litros cada una. Jesús dijo a los sirvientes: «Llenen
de agua estas tinajas». Y las llenaron hasta el borde. «Saquen ahora, agregó Jesús, y lleven
al encargado del banquete». Así lo hicieron.
¿Se imaginan ustedes como estaban todos en la
fiesta? Debían estar desesperados y muy nerviosos porque se les complicaba la
boda. Y Jesús, con mucha tranquilidad y paz, les dice que llenen las tinajas de
agua. Todos debían estar desesperados, pero con estas palabras Él los llena de
paz. Por ahí, no entendían mucho que pasaba, pero seguro que al escucharlo a
Jesús sintieron mucha paz. Hoy vamos a pedir paz. El mundo necesita Paz,
nuestra patria necesita Paz, nuestros hogares necesitan Paz, nosotros
necesitamos Paz. La paz que llega a nuestro corazón cada vez que Jesús no
habla.
A María, nuestra Señora de la Paz le vamos a pedir
que nos llene el corazón de la paz de Jesús.
Podemos rezar todos juntos cantando María de
Nazareth, mientras pegamos el cartel Paz en una de la tinajas que todavía están
vacías.
Cuarto día: Contagianos
su Alegría
Leemos en el evangelio de San Juan (Jn 2,9-11)
El encargado probó el agua cambiada en vino y como
ignoraba su origen, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua,
llamó al esposo y le dijo:
«Siempre se sirve primero el buen vino y cuando todos han bebido bien, se trae
el de inferior calidad. Tú, en cambio, has guardado el buen vino hasta este
momento». Este fue el primero de
los signos de Jesús, y lo hizo en Caná de Galilea. Así manifestó su gloria, y
sus discípulos creyeron en él.
Ayer nos Jesús nos regaló su Paz, y aunque no
escuchamos como terminaba esta historia, estábamos seguros de que su presencia
siempre hace milagros. María, estaba muy segura de todo esto, por eso le pide a
Jesús que ayude a los novios. Y Jesús les regala su milagro. Jesús hace vino
del agua. Jesús llena de alegría nuestra vida, cuando cambia todo aquello que
parece que la oscurece, la entristece o la amarga. La Virgencita es la primera
que confía en Jesús y ella es también nuestra alegría. Que María nos contagie
la Alegría de Jesús y que cada uno de nosotros podamos también contagiarla al
mundo entero. Recemos juntos
María,
Madre nuestra
mañana
caminamos hasta tu casa.
Queremos
pedirte
que
nos contagies la alegría,
la
esperanza,
la
paz y la amistad
que
tu hijo Jesús no regala
para
que todos seamos capaces
de
construir su Reino
aquí
en la tierra.
Amén
No hay comentarios.:
Publicar un comentario