Escuchando para anunciar
Comenzamos
nuestro encuentro compartiendo en un primer momento una dinámica
sencilla que nos ayude a revisar:
qué escuchamos…
a quiénes escuchamos…
cuándo escuchamos…
qué hacemos con lo que escuchamos...
Podemos
repartir a cada uno de los integrantes un papel con el dibujo de una oreja y
una birome. Nos tomamos unos minutos para responder las preguntas anteriores y
luego ponemos en común lo que anotamos.
SEGUNDO MOMENTO
En un segundo
momento nos organizamos en distintos grupos. (si son pequeños nos dará la oportunidad de dialogar más).
A cada grupo
le entregamos una síntesis del Sinodito de los chicos que el año pasado se
realizó en la Arquidiócesis, y párrafos de una homilía del Papa Francisco en
Pentecostés.
Comparando las respuestas de
las diferentes Vicarías llegamos a esta síntesis:
Ø NOS GUSTA:
·
Los
encuentros de catequesis donde conocemos a Jesús, nos encontramos con amigos y
jugamos.
·
Participar
en la Misa cantando, leyendo, llevando las ofrendas, siendo monaguillos.
·
Hacer
nuevos amigos.
·
Las
salidas a celebrar con chicos de otras parroquias, salir a misionar
·
Campamentos
Ø
NO
NOS GUSTA:
·
Las
Misas largas.
·
Los
gritos, las peleas, no escucharnos, la discriminación.
·
Cuando
los catequistas y el Padre hablan mucho y aburrido.
·
Que
nos obliguen a ir a Misa.
·
No
tener tiempo para jugar
Ø
LE
REZAMOS A: Jesús, la Virgen María, Dios, el Ángel de la guarda, seres queridos
en el cielo, santos patronos.
Ø
CÓMO:
cantando, en voz baja, solos y en el grupo o familia.
Ø
CUÁNDO:
ante una necesidad, cuando estamos tristes o enfermos, a la noche, en los
encuentros, antes de una prueba o de un partido.
[…] deseo reflexionar sobre tres palabras
relacionadas con la acción del Espíritu: novedad,
armonía, misión. […]
[…] La novedad
que Dios trae a nuestra vida es lo que verdaderamente nos realiza, lo que nos
da la verdadera alegría, la verdadera serenidad, porque Dios nos ama y siempre
quiere nuestro bien. Preguntémonos hoy: ¿Estamos abiertos a las “sorpresas de
Dios”? ¿O nos encerramos, con miedo, a la novedad del Espíritu Santo? ¿Estamos
decididos a recorrer los caminos nuevos que la novedad de Dios nos presenta o
nos atrincheramos en estructuras caducas, que han perdido la capacidad de
respuesta? […]
[…] el Espíritu Santo es el Espíritu de unidad, que
no significa uniformidad, sino reconducir todo a la armonía. En la Iglesia, la armonía la
hace el Espíritu Santo. Un Padre de la Iglesia tiene una expresión que me gusta
mucho: el Espíritu Santo “ipse
harmonia est”. Él es precisamente la armonía. Sólo Él puede suscitar la
diversidad, la pluralidad, la multiplicidad y, al mismo tiempo, realizar la
unidad. En cambio, cuando somos nosotros los que pretendemos la diversidad y
nos encerramos en nuestros particularismos, en nuestros exclusivismos,
provocamos la división; y cuando somos nosotros los que queremos construir la
unidad con nuestros planes humanos, terminamos por imponer la uniformidad, la
homologación. Si, por el contrario, nos dejamos guiar por el Espíritu, la
riqueza, la variedad, la diversidad nunca provocan conflicto, porque Él nos
impulsa a vivir la variedad en la comunión de la Iglesia. Así, pues,
preguntémonos: ¿Estoy abierto a la armonía del Espíritu Santo, superando todo
exclusivismo? ¿Me dejo guiar por Él viviendo en la Iglesia y con la Iglesia? […]
[…] El Espíritu Santo es el alma de la misión. Lo que sucedió en Jerusalén
hace casi dos mil años no es un hecho lejano, es algo que llega hasta nosotros,
que cada uno de nosotros podemos experimentar. El Pentecostés del cenáculo de
Jerusalén es el inicio, un inicio que se prolonga. El Espíritu Santo es el don
por excelencia de Cristo resucitado a sus Apóstoles, pero Él quiere que llegue
a todos. El Espíritu Santo nos muestra el horizonte y nos impulsa a las
periferias existenciales para anunciar la vida de Jesucristo. Preguntémonos si
tenemos la tendencia a cerrarnos en nosotros mismos, en nuestro grupo, o si
dejamos que el Espíritu Santo nos conduzca a la misión. Recordemos hoy estas
tres palabras: novedad, armonía, misión. […]
Papa Francisco homilía de Pentecostés 2013
Pensamos y conversamos:
¿escuchamos al Espíritu que nos trae novedad,
armonía y nos envía?
¿cómo podemos dejar actuar al Espíritu Santo en
relación a lo que los chicos nos dijeron?
Hacemos la
puesta en común de lo compartido por los distintos grupos. Alguien puede anotar
algunas palabras claves en un afiche.
TERCER MOMENTO
En el tercer
momento cerramos el encuentro rezando juntos al Espíritu Santo. Podemos
preparar el lugar colocando la Palabra y una vela grande en el centro de una
ronda. Hacemos un canto al Espíritu. Luego repartimos una vela a cada uno de
los integrantes del grupo y les pedimos que se acerquen a encenderla. Se pueden
compartir pedidos al Espíritu y cantar juntos algún estribillo luego de cada oración.
Terminamos
compartiendo una merienda si es posible.
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