En Navidad Dios nos hace familia.
Tiempo de navidad, tiempo de familia. Las fiestas
son una ocasión para que la familia se reúna a festejar, solemos hacer regalos
y compartir una rica cena, con pan dulce, bebidas, turrones, ver a los
parientes cercanos y lejanos. En navidad los comerciantes están esperando
buenas ventas y las ofertas se extienden hasta el día 24 de diciembre, hasta la
última hora…
¿Qué es la Navidad? ¿Qué festejamos en Navidad?
Para nosotros los cristianos es la Noche Buena donde el Hijo de Dios hecho
hombre nace en el pesebre de Belén. Jesús, el Hijo de María es recostado en una
cuna muy humilde, donde comen los animales. Allí, en esa noche oscura la luz de
Dios comienza a iluminar las tinieblas del pecado y de la muerte. Cerquita de
Belén el coro de los ángeles canta el gloria a los pastores y una estrella
ilumina el camino de los Magos que vienen a adorar al Rey recién nacido. En
Belén no hay negocios abiertos y alto consumo, ni se escuchan descorches de
sidra y fuegos artificiales. En el silencio de esa noche la Palabra se hizo
carne y habitó entre nosotros.
De esta forma queremos festejar la Navidad, nos
hace bien reunirnos en familia y celebrar juntos, pero somos familias
cristianas, y si el Niño Dios es un accesorio, junto al arbolito y al pesebre,
poco a poco vamos dejando de lado lo esencial: Navidad es Dios con nosotros.
Dios nos hace familia. Dios en su misterio más
hondo es “familia”, porque Dios Padre, que es también Madre nos envía a su Hijo
y ambos nos dan el Espíritu Santo, que es el Amor que une el misterio de la
Trinidad. De la misma manera, la familia
cristiana, padre, madre e hijos son reflejos del misterio de Dios, y lo
que une a la familia es el amor.
Queremos, desde la Vicaría de Niños de la
Arquidiócesis, fomentar una Navidad cada vez más cristiana, en cada comunidad
tenemos la oportunidad de hacer una Navidad misionera, a través de tantas
iniciativas que involucran a nuestros niños o jóvenes. Deseamos que este tiempo
de Adviento que empezamos, al concluir el Año de la Misericordia, sea una
invitación renovada a hacernos cargo unos de otros. La misericordia vino para
quedarse, es la viga que sostiene la vida de la Iglesia y de la familia. Les deseamos a todos una feliz
Navidad y agradecemos el servicio de tantos colaboradores que dan vida a
nuestra Vicaría. ¡Hasta el año que viene!
S.E.R Mons. Ernesto Giobando
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