lunes, 18 de septiembre de 2017

Encuentro con las familias



A LA ESCUCHA DE LA PALABRA


En la Oración por el Sínodo Arquidiocesano decimos como Pueblo de Dios que queremos ponernos en camino… “a la escucha de la Palabra de tu Hijo y escuchándonos entre nosotros”. Y es en esta actitud que queremos detenernos y proponerles un encuentro, que puede tener el formato de Convivencia, para los chicos y sus familias. Cada comunidad, cada grupo puede adaptarlo a sus necesidades y características particulares.
El objetivo de la misma es compartir un tiempo para detenernos y reflexionar sobre nuestras actitudes ante la Palabra de Dios.
·         Recepción: tener preparado algo rico para recibirlos mientras esperamos que lleguen todos.
·         Juego integrador: Los chicos y los grandes (animadores incluidos) nos ponemos en ronda y cada uno dice en voz alta la fruta (puede ser la comida, el color, etc.) que más le gusta. Una vez que todos lo dijeron, el animador les pide que se agrupen por fruta, en caso de que haya algunas mencionadas que pocas personas eligieron forman un grupo entre ellas. Cada persona se presentará ante su grupo diciendo su nombre, edad, a qué se dedica.
·         Dinámica
El  animador invita a 3 nenes y sus papás para lograr realizar la consigna dada.
ü  CONSIGNA: armar una pirámide de vasos descartables  en 1 minuto.
ü  SITUACIONES:
Grupo 1: Tendrá los oídos tapados: no puede escuchar la consigna.
Grupo 2: Lo tiene que armar sobre una tela sostenida por 2 personas, (no puede porque la base no es firme).
Grupo 3: Arma la pirámide sobre una mesita: logra la consigna.

·         REFLEXIÓN: ¿quién ganó? ¿Por qué?
-          le interesó participar en el juego.
-          Escuchó la consigna dada.
-          Tenía una base firme para apoyar la pirámide.

·         Lectura y reflexión de la Palabra de Dios: invitamos a los padres junto a los nenes a agruparse de a 5 ó 6 familias.

Lectura de Mt 7, 24 – 27 . Si fuera necesario, les explicamos a las familias cómo buscamos una cita en el Evangelio. Si los chicos ya lo saben, lo pueden compartir con sus papás.

Lo leemos y preguntamos:
¿Quién dice lo que recién leímos?
¿Qué tenemos que hacer con la Palabra de Dios?
¿A quién se parece el que escucha y vive la Palabra de Dios?
¿Pudieron las tormentas derribar la casa? ¿Por qué?
¿A quién se parece el que escucha la palabra pero no la practica?
¿Qué pasó con su casa y la tormenta? ¿Por qué?

Comparamos estas imágenes con el juego de la dinámica:
¿Cuántos equipos había? 3
¿Cuántos ganaron? 1
¿Y el resto?  Uno no escuchó; otro no tenía una base firme y no pudo armar la pirámide, se caían los vasos.

Según la Palabra de Dios, ¿quién es la base firme de nuestra vida?

·         Actividad para los chicos:

Ø  Compartir el video La casita sobre la roca en www.youtube.com/watch?v=XjE4CIvGW-E
Ø  Cantar la canción.

LA CASITA SOBRE LA ROCA
Un hombre quiso edificar
En una playa, junto al mar,
Piedras acarreó, muros construyó,
Y en la blanda playa,
Su casita levantó.
Llegó la lluvia y el temporal,
Vinieron grandes olas del mar,
El agua salió,
La playa inundó,
Se llevó  la casa
Y aquel hombre fracasó.
Si construimos nuestra vida sin Dios
Nuestra casita se va a destruir,
Jesús es roca firme y segura,
Con Él sin miedo podremos vivir. (Bis).
Un hombre sabio fue a construir,
Sobre una roca que había allí,
Y le dijo a Dios,
“Yo soy tu albañil,
Y Tú el arquitecto
Que me debe dirigir.”
Vino la lluvia y el vendaval,
Vino el torrente con su caudal,
Por más que empujó,
Con mucho furor,
La roca de Cristo
Los embates soportó.

Ø  Armado de carteles  con frases sobre la Palabra para colocar en el templo para la bendición final.

FELICES LOS QUE ESCUCHAN LA PALABRA DE DIOS Y LA PRACTICAN.

TU PALABRA, SEÑOR, ES LA ROCA QUE SOSTIENE NUESTRA VIDA.

·         Actividad para los papás:
      Los animadores de cada grupo invitan al diálogo:
-          ¿Hablan de Jesús en casa?
-          ¿Por qué lo hacen, cuándo?
-          ¿Qué comparten sobre Él?
-          ¿Rezan juntos?
-          ¿Alguna vez leyeron la Palabra de Dios o lo hacen con frecuencia? ¿Por qué?
-          Jesús está con nosotros y nos habla… ¿Nos animamos a preguntarle a Jesús? ¿Qué le preguntamos? ¿Qué piensan que nos preguntaría Jesús?

CONCLUSIÓN: A nosotros nos puede pasar lo mismo que sucedió en el juego del armado de la pirámide de vasos, con la Palabra de Dios:
-          tenerla y que no nos interese.
-          solamente escucharla pero no vivirla.
-          tener interés en conocer esa Palabra, escucharla con un corazón dispuesto y vivirla cada día en la familia, en el cole, en el trabajo, en el barrio.

Dios siempre tiene algo para decirnos, tenemos que disponernos a escucharlo. Si bien cada vez que celebramos Misa lo hacemos, podemos escuchar Su Palabra todos los días y, con su gracia, vivirla, practicarla.
Una propuesta para leer las Sagradas Escrituras
Lectura: ¿qué dice el texto?
Se lee un párrafo de las Sagradas Escrituras –preferentemente el Evangelio del día- con calma y atención, como si fuera la primera vez. Se busca entender lo que se lee.
Meditación: ¿qué me dice el texto?
Agudizamos el oído interior, con paciencia y perseverancia, buscando escuchar a Dios que nos habla por medio del texto sagrado. Él quiere decirme algo para mi vida.
Oración: ¿qué le digo a Dios?
A partir de lo leído y meditado le hablo a Dios con toda sinceridad y confianza, con la certeza de que Él todo lo puede en quien nada puede.
Compromiso: ¿qué me dispongo a hacer?
La Palabra recibida con fe siempre invita a una sincera conversión: a pensar, sentir, querer y actuar según el plan de Dios. Hago un propósito concreto.
·         Oración comunitaria y bendición final

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