Nos acercamos al tiempo tan lindo de Adviento y Navidad, tiempo de
familia, por ser fin de año tiempo de evaluación, y por ser tiempo de Dios un
tiempo de reflexión y oración. La Navidad es Dios con nosotros, ese Dios
que se hace Niño en el vientre purísimo de María. Dios elije esta manera
de hacerse hombre, como todos nosotros empezamos nuestra historia en la panza
de nuestra mamá. Si bien la concepción del Hijo de Dios es extraordinaria
no es extraordinario su nacimiento. Nació pobre, vivió pobre y murió pobre. En
Belén nace el Salvador y ese nacimiento es luz y esperanza para la
humanidad.
El lema elegido fue propuesto por Juli, una nena de 9 años que
acompañó a su mamá cuando nos reunimos el Equipo de la Vicaría de Niños.
Le preguntamos a Juli que le gustaría decirle a Jesús en esta Navidad, después
de pensarlo un poco dijo: "Jesús, volvé a nacer". Nos pareció un
lema hermoso, una oración que nace de una niña creyente, cuya familia
quiere ser una familia cristiana. Ojalá que Jesús vuelva a nacer en esta
sociedad que nos toca construir.
La Navidad es un nuevo nacimiento. Si bien Jesús ya nació, cada Navidad es algo nuevo y no nos aburrimos de decir en cada Nochebuena: "Feliz Navidad". Tenemos necesidad de que Jesús, con toda su ternura y gracia salvadora, vuelva a nacer. Que vuelva a nacer el deseo de hacer oración, que vuelva a nacer en la necesidad de las obras de misericordia, que renazca una sociedad donde no gane la violencia, los abusos, la indiferencia. Que renazca una verdadera patria, donde no haya tantos niños pobres y adolescentes sin horizontes ni estudios. Cuando esta niña dijo "Jesús, volvé a nacer", está diciendo algo muy sencillo y profundo, como suelen decirlo los niños.
Desde la Vicaría de Niños queremos agradecer a tantos amigos y amigas
que durante este año han colaborado para llevar a nuestros niños, niñas y
adolescentes un mensaje de salvación y de contención. Ha sido un año
difícil para nuestras familias, nuestras comunidades, colegios y nuestra
sociedad. Se ha debatido acerca del aborto y ha prevalecido la vida. Se
ha propuesto una educación sexual integral (ESI) y se han respetado las
orientaciones de instituciones según su ideario y creencias, según establece la
ley de educación vigente. Estos debates afectan directamente la vida de
nuestros niños no nacidos y de la infancia nacida y en proceso de educación y
formación.
El Papa Francisco nos decía, en su mensaje para animar nuestro Sínodo
Arquidiocesano, que tengamos cuidado de la "colonización ideológica".
Sin darnos cuenta esa colonización ideológica entra en la conciencia de
nuestros niños y adolescentes y debemos estar atentos, como un pastor que cuida
sus ovejitas.
Damos gracias a nuestros niños y niñas por su participación en el Sínodo, ellos hicieron el "sinodito" y dieron respuestas muy inspiradoras para nuestra pastoral.
Les deseamos una feliz Navidad y un buen comienzo de año, con la bendición de Jesús y el cuidado de la Virgen María y San José.
Ernesto Giobando sj
Obispo Auxiliar Buenos Aires
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