Introducción para los animadores
En este tiempo de Adviento también vamos a ir
preparando el corazón para el Jubileo por los 400 años de la fundación de la
Arquidiócesis de Buenos Aires.
Más adelante les cuento algo sobre estos 400 años!!!
El Adviento es el comienzo del Año Litúrgico, y son los cuatro
domingos anteriores al tiempo de Navidad.
El término "Adviento" viene del latín adventus, que significa
venida, llegada. Es un tiempo para esperar la llegada de Jesús, que quiere
volver a nacer en cada uno de nuestros corazones. Este Adviento será una nueva oportunidad
para preparar esos corazones para que ellos sean un nuevo pesebre donde Jesús
pueda nacer. Y mientras lo hacemos rezamos junto
a la Corona de Adviento.
La corona de Adviento se coloca en los
templos y también en algunos hogares, es una corona de ramas de pino, y tiene cinco
velas. Cuatro se encienden en cada domingo de adviento y la última el día de Navidad.
La
idea es preparar el corazón, para que sea la cuna para el Niños Jesús.
Propuesta para
rezar la Corona de Adviento
Les
proponemos un pequeño esquema para encender las velas; además de la oración
tradicional podemos también rezar así.
Primer Domingo de Adviento
Comenzamos a celebrar los 400 años de la fundación de nuestra
Iglesia Católica en Buenos Aires.
Hoy queremos encender el primer cirio de la Esperanza y rezar por la Vicaría Centro.
Repetimos 2 veces mientras encendemos el cirio:
“Con Jesús renace la Esperanza”
San Pablo nos dice: “Traten de conservar la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la paz.
Hay un solo Cuerpo y un solo Espíritu, así como hay una misma esperanza…” Ef. 4,4
¿Qué nos querrá decir con ser un solo cuerpo y un solo
Espíritu?
San Pablo nos está invitando
a vivir unidos, así como el cuerpo no puede dividirse así tampoco la Iglesia, que
formamos todos nosotros.
¿Y tener una misma esperanza? ¿A qué se referirá?
Esperanza viene de esperar…que
todos esperemos lo mismo, la venida de Jesús a nuestro corazón, para llenarlo
de paz y amor.
Pero también esperanza
significa deseo, anhelo.
Hoy al encender esta vela
vamos a pedir por la esperanza de estar siempre unidos, como Iglesia, como
hermanos en Jesús, prometiendo esforzarnos para lograr esa unión.
Segundo Domingo de Adviento
Con el Adviento comenzamos a celebrar los 400 años de la
fundación de nuestra Iglesia Católica en Buenos Aires.
Hoy queremos encender el segundo cirio de la Cercanía y rezar por la Vicaría Belgrano.
Repetimos 2 veces mientras encendemos el cirio:
“Con Jesús renace la Esperanza”
San Pablo dice: “Acérquense a Dios y él se acercará a ustedes”. Rm. 4,8
¿Qué nos sucede cuando
estamos cerquita de Dios?
Alguien que estuvo muy cerquita de Dios y del
prójimo fue Mama Antula. Ella es un ejemplo a seguir para cada uno de nosotros
y para toda la Iglesia, siempre en salida, convocando, acercando, escuchando,
compartiendo, llevando siempre el
Evangelio de Jesús en su corazón,
siempre cercana a la gente con
gestos de amor y misericordia.
Hoy al encender esta vela vamos a pedirle a
especialmente a Mama Antula su intercesión para que nos
ayude a estar siempre cerquita de Jesús y del prójimo, estar siempre cerquita de
nuestros hermanos, sobre todo de los que más sufren.
Tercer domingo de adviento
Con el Adviento comenzamos a celebrar los 400 años de la
fundación de nuestra Iglesia Católica en Buenos Aires.
Hoy queremos encender el primer cirio de la Alegría y rezar por la Vicaría Devoto.
Repetimos 2 veces mientras encendemos el cirio:
“Con Jesús renace la Esperanza”
En el Evangelio San Mateo dice: “Alégrense y Regocíjense” Mt. 5,2
¿A qué nos está invitando el Papa Francisco cuando nos
habla de la alegría?
El Papa Francisco nos dice: “Con Jesucristo siempre nace y
renace la alegría". Nos invita a vivir con alegría, que no es una
alegría cualquiera, sino que es especial porque viene de Dios.
Alegría en la oración, en el encuentro con la
Palabra de Dios, en cada Misa, en la adoración eucarística, en la fiesta de la
reconciliación, en las obras de caridad, la vida de la comunidad, en el
servicio misionero, y en la vida de familia y amigos.
Hoy al encender esta vela vamos a pedir para que nuestra misión evangelizadora esté siempre marcada por la alegría que
nos trae la Buena Noticia del Evangelio.
Cuarto domingo de Adviento
Con el Adviento comenzamos a celebrar los 400 años de la
fundación de nuestra Iglesia Católica en Buenos Aires.
Hoy queremos encender el primer cirio del Encuentro y rezar por la Vicaría Flores.
Repetimos 2 veces mientras encendemos el cirio:
“Con Jesús renace la Esperanza”
En la Exhortación Apostólica “La alegría del Evangelio”, de
nuestro Papa Francisco nos habla sobre lo que nos sucede al encontrarnos y lo
dice así: “La alegría del Evangelio llena el
corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús.”
“Encontrarse” con otro implica
situarse frente a él, cara a cara, para conocerlo, para amarlo y recibir su
amor, para establecer una relación en la que cada uno comunica al otro, da al
otro, lo que él mismo es, lo que siente y vive en su corazón.
Jesús
es Dios que se encarna porque quiere “encontrarse” con nosotros, para mirarnos
cara a cara, conocernos, darse a conocer, amarnos y establecer con nosotros una
relación de amistad íntima y profunda. Quiere encontrarse para llenarnos el
corazón de Vida.
Y
al dejarnos encontrar por Él, nuestra vida cambia, se llena de alegría, de paz,
y de buenas noticias; alegría, paz y buenas noticias que nadie nos podrá dar de
igual modo y tampoco nadie nos podrá quitar jamás.
Hoy al encender esta vela vamos a pedir dejarnos encontrar por Jesús, abriéndole
nuestro corazón, y así podernos encontrarnos con nosotros mismos, y con los demás.
ORACIÓN DE NAVIDAD
El día de Navidad, luego de la homilía, encender la quinta vela y rezar la siguiente oración:
Gracias Padre, que nos amaste tanto que nos diste a tu Hijo.
Gracias Jesús por haberte hecho Niño para salvarnos.
Gracias Jesús, por haber traído al mundo el amor de Dios.
Gracias María, por haber aceptado ser la Madre de Jesús.
Gracias San José, por cuidar de Jesús y María.
Gracias por nuestra Iglesia de Buenos Aires,
que cumple 400 años de su creación
Amén.
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