Se nos viene la
Peregrinación Mariana Infantil, esta hermosa experiencia de caminar juntos con
tantos niños y niñas de las Vicarías zonales, con nuestros Obispos, sacerdotes,
hermanas, catequistas y dirigentes. Una experiencia eclesial que va dejando
marca en el corazón de nuestros pequeños y adolescentes. Y nos ponemos en
camino con María, nuestra Madre del Cielo.
Pensar que lo primero
que hizo la Virgencita, al recibir la buena noticia que iba a ser Madre del
Salvador, fue ponerse en camino para visitar a su prima Isabel. Contemplamos a
María yendo por los caminos y montañas de Israel, con su hijito en su seno
virginal. Cuántos pensamientos habrán inundado su mente y cuántos sentimientos
en su corazón: “¿Por qué a mí? ¿Qué habrá visto Dios que me eligió? Hay mujeres
más famosas que yo. ¿Qué pensará José? Yo me pongo en camino y confío en la
misericordia del Señor, Él sabrá cómo arreglar las cosas, porque Él ha mirado
la humillación de su servidora, feliz me llamarán las generaciones…”.
Seguramente en el camino a Judea, María iba rezando y cantando, inspirada en el
cancionero de Israel, que son los salmos. Allí en ese camino, con Jesús en su
panza de mamá, las estrofas del Magnificat brotaban como agüita de manantial.
El encuentro con su
prima Isabel fue sencillo, profundo y lleno de gozo. Ambas mujeres, una anciana
y otra jovencita, alabaron a Dios. María estuvo tres meses con Isabel, y luego
regresó a su casa de Nazareth.
Solemos cantar: “Ven
con nosotros a caminar, Santa María ven”. María del camino es una advocación
muy antigua en la Iglesia, con esa certeza de que ella está al lado de su
Pueblo, que se ha tomado en serio la misión que le dio su Hijo en la cruz,
antes de morir: “Mujer, aquí tienes a tu hijo”. En el apóstol Juan estamos
representados todos los discípulos de Jesús. Y Juan y nosotros la llevamos a
nuestras casas, para que nos acompañe en el calorcito de hogar cristiano que
todos queremos formar.
La Peregrinación
Mariana Infantil no se improvisa. Lleva un tiempo de preparación y cada
comunidad se compromete en esta peregrinación. Esta revista es una ayuda para
que tengamos ideas y propuestas en común. Este año hemos comenzado el Sínodo
Arquidiocesano y queremos, junto a nuestros pastores, ponernos en camino. Este
camino nos llevará a reflexionar qué
Iglesia quiere Dios para Buenos Aires, qué Iglesia les estamos dando a nuestros
niños y adolescentes. Ya que estos pibes que caminan hoy, serán los cristianos
comprometidos de mañana. Y como todo lo que reciben los chicos queda grabado en
sus corazones, nos toca darles lo mejor, lo que se hace con el corazón y con el
compromiso. Cada dirigente y catequista debería hacerse la pregunta: “¿Estoy
dando lo mejor?”. Creemos que sí, pero siempre hay que mejorar. Una puerta
cerrada, una palabra indiferente, un gesto de despreocupación, una mirada
superficial, una rutina hecha a las cansadas, o que otros se comprometan, trae
consigo una especie de ese escándalo que nos advierte Jesús de no cometer con
los más pequeños.
Cuando una
peregrinación sale bien no es solamente por el buen tiempo, sino por las ganas
y el entusiasmo que nos deben inundar a todos los que colaboramos con la
Vicaría de Niños. Y la alegría de los niños y niñas es el mejor regalo que se
llevan.
María sabe cómo cuidar
la fe cristiana de sus hijos. Solamente hay que dejar que camine con nosotros,
que nos pongamos en camino con Ella, y sabrá qué decir a sus hijitos más
queridos, como lo hizo con los santos niños pastorcitos de Fátima, Francisco y
Jacinta. Que estos dos santitos que nos ha regalado la Providencia de Dios por
medio del Papa Francisco, sean los patrones y guías de esta Peregrinación
Mariana Infantil 2017.
Con mi bendición,
S.E.R Mons. Ernesto Giobando s.j
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