Seguimos
pensando cómo hacer para transmitirles el valor de la misa y la importancia de
vivirla como la fiesta que Dios nos regaló para celebrar la comunión. Lo más
importante es que ellos no solo lo puedan ver y “aprender”, sino que también
logren participar en ella. Una de las propuestas es poder indagar con los niños
¿Qué es ese momento de las ofrendas? ¿Qué le ofrecemos a Dios? ¿Por qué?
Es
muy importante que las primeras experiencias litúrgicas de los niños no
resulten algo tedioso y aburrido, algo lleno de signos y lenguaje
incomprensibles, algo lejano a su realidad y alejado de sus maneras de
expresarse. Para que la iniciación litúrgica de niños resulte positiva, es
imprescindible generar acciones que progresivamente vayan introduciendo a los
niños en el carácter y el arte de celebrar la liturgia. El objetivo de poder
hacerlos parte en la mayor cantidad de gestos posibles y poder vivir las
ofrendas como el ofrecimiento de todos
al altar del Señor.
Actividades:
Flores para la ofrenda:
Con
botellas de plástico de diferentes colores o
con papeles de diarios y revistas podemos elaborar flores para el
momento de la ofrenda. Le ofrecemos nuestros esfuerzos, sacrificios,
alegrías y dolores. Le ofrecemos nuestra fragilidad para que Él haga obras
grandes con nosotros. Para que cuando Dios convierta el pan y el vino en el
Cuerpo y al Sangre, también nos convierta a nosotros, nos haga mejores, más
semejantes a Él.
Velas
para decorar el altar:
También podemos decorar las velas con diferentes imágenes que pueden tratar del evangelio de forma anticipada para ofrecer en la misa.
También
los niños pueden realizarlas con sus propias manos, con cera de abeja.
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