DOMINGO DE RAMOS
Celebramos a Jesús
entrando en la ciudad de Jerusalén, montado en un burro prestado y aclamado
como Rey por la gente. Las aclamaciones con cantos que recibe, los gritos
alegres y entusiastas, los mantos lanzados al suelo para alfombrar el camino
del Rey y la agitación de las palmas nos marcan un cuadro de alegría y
festividad.
Gracias a
los escritos de Egeria, una peregrina del siglo IV, sabemos que ya en esa época
se celebraba en la ciudad de Jerusalén. Destaca la participación de niños en
ella, “Todos los niños que hay por aquellos
lugares, incluso los que no saben andar por su corta edad, van sobre los
hombros de sus padres, llevando ramos, unos de palmas, y otros, ramas de
olivo”.
Previamente podemos hacer con los chicos sus propias palmas en cartulina para que las lleven ese día. Agitándolas le mostramos a Jesús que queremos que Él sea nuestro Rey para siempre. Es la respuesta que le damos a su infinito Amor por todos y cada uno de nosotros. ¡Qué lindo es compartir estos momentos! Hoy es común compartir imágenes en Instagram. Aquí va una de Jesús aclamado como Rey.
Sugerimos contemplar
con los chicos la imagen, que puede ser ampliada y pegada en una cartulina o
pueden utilizar alguna que ya tengan, para ver la SENCILLEZ de nuestro
Rey. Un rey que ni siquiera tiene caballo, sólo un burrito prestado, ni
soldados que lo custodien, ni sirvientes que lo sirvan permanentemente.
- ¿Jesús se asemeja a la imagen de un Rey de las
películas que vemos o de los cuentos?
- ¿Qué diferencias encuentran?
- Guardamos la imagen porque nos seguirá
“diciendo” cosas en el día de Pascua.
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