¡Cuánto amor, alegría y
delicadeza vivió Santa Teresita el día de su Primera Comunión! Preparemos la
celebración de nuestros niños como reflejo de la fiesta que habrá en sus
corazones. Todo nuestro esmero y dedicación por los preferidos de Jesús, a
quienes nos llamó a servir.
Comenzamos con la oración. Una semana antes se puede anunciar en
las diferentes Misas que en tal fecha, los chicos de la comunidad recibirán su
1º Comunión y proponemos rezar durante la semana por ellos y sus familias.
Como en toda preparación,
conviene hacer una lista de lo necesario
que nos sirva de ayuda. Es muy importante saber
con quiénes contamos para colaborar, ya sea el día propio de la celebración
o en los días previos. Si los catequistas son pocos, pidan ayuda a las familias
o a otros grupos de la parroquia/capilla.
Ambientación del templo: tener en claro dónde se ubicarán los
chicos. Si todos juntos o cada uno en un banco con su familia. En cualquiera de
las dos opciones se pueden hacer unos cartelitos en cartulina con alguna imagen
o moñito donde se colocará el nombre y apellido del nene/a, banco que ocupará
la familia si los chicos están juntos. También se puede poner un bouquet de
florcitas en cada banco.
En la puerta del templo puede
figurar un cartel colorido, alegre, con el nombre de todos los chicos.
Flores en el altar y en la
imagen de la Virgen.
Ministerios: decidir si serán realizados sólo por los chicos o con
participación de las familias. Los lectores pueden ser citados en los días
previos para que practiquen las lecturas desde el micrófono. Es importante que
un catequista se ocupe de acompañar a quienes lo harán.
Renovación de las promesas bautismales: entregar a cada nene una
velita. El Cirio Pascual debe estar en el altar y luego de la homilía, los
catequistas toman la luz del cirio y se las dan a los chicos. Todos juntos
renuevan las promesas bautismales.
Oración de los fieles: dedicar un encuentro previo para prepararlas
con los chicos. Si se elige que ellos las lean, darles una copia para que las
practiquen.
Consagración a la Virgen: finalizada la comunión, luego de la
meditación, las familias rezan juntas una oración de consagración de sus hijos
a la Virgen mientras cada chico acerca una flor (puede ser hecha por ellos) a
la imagen, como signo de su amor por María.
Coro: ponerse de acuerdo con anticipación sobre las canciones que se
cantarán. Preparar el cancionero correspondiente. Aprovechar los encuentros de
catequesis para ensayar los cantos con los chicos. Pueden consultar en www.vicariadeniños.org.ar/musica
Recordatorio: el que los catequistas elijan: una estampa, un
señalador, una cruz, un devocionario, etc. Hecha por ustedes o no. Pedirle al
sacerdote que los bendiga y entregarlo a cada nene al final de la celebración.
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