martes, 25 de octubre de 2016

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SÍNTESIS Misa Arquidiocesana de Niños 2016 – Buenos Aires – Luna Park
El sábado 22 de octubre se llevó a cabo la edición Nº 29 de la Misa Arquidiocesana de Niños organizada por la Vicaría para Niños del Arzobispado de Buenos Aires.
--En las instalaciones de un Luna Park colmado de chicos, junto a sus catequistas, padres y dirigentes juveniles, la misa se inició con la procesión de seminaristas, más de 50 sacerdotes, los obispos auxiliares porteños monseñor Enrique Eguía Seguí, monseñor Juan Carlos Ares, monseñor Ernesto Giobando SJ –responsable de la Vicaría para Niños--, y el cardenal primado de la Argentina y arzobispo de Buenos Aires Mario Aurelio Poli.

HOMILÍA DE CARDENAL POLI
--Compartimos algunos tramos de la predicación del cardenal Poli inspirada en la lectura del evangelio de Lucas situada en la parábola del Buen Samaritano:

El buen samaritano primero vio al caído, “no pasó de largo ante el dolor de un semejante que ni siquiera conocía, se acercó, le curó las heridas con lo que tenía (aceite y vino), lo vendó, lo acomodó sobre la mula (yo me imagino que era una mula), después pensó ‘no lo puedo dejar en cualquier lado, lo tengo que llevar a un albergue’, ¿ustedes saben que lo cuidó toda la noche?, luego sacó plata de su bolsillo y pagó el albergue, y por si esto fuese poco, al día siguiente volvió y preguntó ‘¿cuánto debo de más?’ y averiguó cómo estaba este amigo”. 

“En tres renglones este buen samaritano hizo todo lo que podía hacer por este prójimo.”

“¿Quién se comportó como prójimo? El que tuvo compasión, el que tuvo un corazón misericordioso.”

“Los santos cumplieron estos mandamientos del prójimo, hacer todo lo que podemos hacer cuando el otro nos necesita. Y ejemplos tenemos en el cielo muchísimos…” 
Entran las marionetas gigantes de beata Mama Antula del brazo del santo Cura Brochero.

--Ya vamos llegando, creo que es por aquí, José Gabriel… --dice Mama Antula--. Buenas y santas…

--Ahí vienen dos samaritanos –dice el cardenal Poli--. Los recibimos con un aplauso.

--Hola, changos, ¿cómo les va? –pregunta Brochero.

--Querida beata Mama Antula, sabemos que vos caminás mucho por Jesús. ¿De dónde venís y adónde vas? –interrogó Poli.
--Yo soy de Santiago y he caminado mucho porque los ejercicios espirituales, que me han hecho tanto bien y me han hecho conocer a Jesús, se estaban dejando de hacer y entonces me fui a  Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, Córdoba… llegué a Buenos Aires y fui hasta el Uruguay… --respondió Mama Antula.--Mirá qué lindo. Por eso te llaman “la peregrina”. Y decime una cosa: por qué llevás una cruz como bastón y ese niñito que tenés en la mano, qué es? –dijo Poli.

--Llevo la cruz por todos lados porque la gente se tiene que dar cuenta de que Jesús es el camino y que si les falta algo que se encomienden al Sagrado Corazón que te va a dar todo. En la época de virreinato que no había caminos, mi camino es Jesús, y es verdad y es vida. Y el niñito, el Manuelito, miren, chicos, qué bonito… Este Manuelito es el Niño Jesús abrazando la cruz. Porque entonces la cruz que tenemos todos los días, ustedes con la tarea y las cosas, puestas en el Niñito Jesús se vuelve una ternura. 

--Decime, Mama Antula, con la cruz y el Niñito en los brazos, ¿qué es lo que más te gustó de todo lo que hiciste? –preguntó el cardenal.

--En esta aventura de la misericordia me he dado cuenta de que en realidad es una bienaventuranza, lo que más me gustó fue llevar a Jesús a los más pobres, a los necesitados, a los presos, a esos que no sabían que eran príncipes porque son hijos de Dios –respondió la beata. 

--Mama Antula, ahora sos beata. El Papa Francisco quiso que fuera en Santiago de Estero. Fue una fiesta hermosa. Y ahora pensando en lo que están pensando los chicos, ahora que estás cerquita de Jesús y de la Virgen en el cielo, no te olvides de los chicos, por favor. 

--Vamos a seguir rezando en el cielo y vamos a pedirles a todos estos niños tan lindos que están hoy aquí y a sus catequistas que no se cansen de llevar a Jesús para hacer a las personas más grandes hijos de Dios.

--¡Qué lindo! Le damos un aplauso a Mama Antula –pidió el cardenal Poli y se dirigió luego al santo Cura Brochero--: Querido, padre Brochero,¡ qué lindo que nos visitaste! Dice el Papa Francisco que ya sos santos a partir del domingo pasado… (aplausos)

--¡Gracias, gracias! Y además dice el Papa que entraste al cielo con mula y todo. 

--Buenos días, señor cardenal. Muy linda la misa en el Vaticano, mucho argentino… Me parece que lo vi a usté’ también, ¿puede ser?

--Estaba muy cerquita ahí, llorando con todos porque nos alegró y nos emocionó…

--Yo también, con todos mis argentinos. A ver, chicos, las banderas celestes y blancas. Así estaba el Vaticano, hasta el Papa con la camiseta de nuestra patria. (los chicos levantan sus pañuelos celestes y blancos)

--Y decime, santo Cura Brochero, ¿cómo se llama tu mula y dónde la dejaste ahora?

--Mi mulita se llama Malacara y la dejé en Villa de Tránsito. Si espera un cachito, tal vez se la traiga. Me llevó por todos lados hacia una aventura tremenda de la misericordia con los enfermos, los pobres, los abandonados y, sobre todo, los que querían acercarse a Jesús con los ejercicios espirituales. 

--Todos saben que en la Tierra tuviste un corazón de Buen Pastor como Jesús y por eso ahora estás al lado de Él en el cielo.

--La verdad es que hice solo lo que Jesús me decía al corazón. Por eso quisiera que los chicos siempre escuchen a su corazón, lo que Jesús les dice. 

--¿Qué es lo que te gustó más de todas las cosas buenas que hiciste por la gente? –preguntó Poli.

--Y, más o menos ya se lo dije, señor cardenal: lo que más me gustò fue trabajar para Jesús por mi pueblo, para que todos sepan que son hijos de Dios y hacer ejercicios para anunciar a Jesús. 

--Pero también me dijeron que hiciste acequias, caminos, escuelas, que te preocupaste por las cosas de ese pueblo que era tan pobre…

--Sí, hice muchas cosas todas con la ayuda del pueblo. La verdad que quien motivó todo esto fue mi amor por Jesús y por la Purísima, Ella me llevó por todas partes. 

--Ahora que estás cerca de la Purísima que tanto quisiste vos y cerquita de Jesús, de parte de los chicos te digo “no te olvides de los chicos de la Argentina, especialmente los más pobres”. 

--Vamo’ a rezar desde allá, desde cerquita de la Purísima y de nuestro Jesús, por todos ustedes. ¿Le puedo dar un abrazo? –le pidió el santo Cura Brochero al cardenal Poli y se fundieron en un abrazo. 

--Luego ocurrió lo mismo con Mama Antula mientras los chicos aplaudían y vivaban los gestos de amistad: la beata y el cardenal se fundieron en un abrazo.
Bajo lluvias de papelitos plateados, humo blanco y pelotas gigantes con el logo impreso del Vicaría para Niños, los chicos cantaron el Santo y el Cordero mientras agitaban las banderas de sus parroquias, colegios y movimientos haciendo entre todos una gran fiesta de color y música.
--La música en vivo de la misa estuvo a cargo de un grupo interparroquial--formado por Cynthia, Paula, Hernán, Nicolás, Eduardo, Agustín, Nicolás y Jorge  de las parroquias San Antonio, Cristo Rey, Santa Magdalena, Madre Cabrini, San Cristóbal y Santa Lucía-- coordinado por el padre Ricardo Aloé, párroco de San Bernardo del barrio de Villa Crespo.

“La Aventura de la misericordia”
-- Al finalizar la misa, el escenario dio espacio a una obra musical titulada “La aventura de la misericordia”, lema de la misa de este año, y cuyos protagonistas fueron marionetas gigantes que, entre otros personajes, representaron a Jesús, la Virgen María, la beata Mama Antula, el santo Curo Brochero y el Negrito Manuel.
El tema de la puesta fue la misericordia, las puertas santas y cómo es el cielo para cada uno. Dos chicos se formulaban distintos cuestionamientos en torno a estos ejes en tanto uno se imaginaba el cielo con violines y angelitos y el otro --un poco más heavy-- con música de rock y jugadores de fútbol iluminados por fosforescencias logradas en la escena mediante la técnica del teatro negro.
“Capaz que el cielo es una mezcla de todo esto” --reflexionó uno de los chicos--. “El cielo es increíble” y se armó un rinconcito argentino mientras se escuchaba con ritmo de chamamé “Bendita sea tu pureza” e iban entrando la Virgen Gaucha (“qué lindo que el Papa Francisco nos armó este rinconcito argentino”), el Negrito Manuel junto con el grupo folklórico “Los abuelos de la nave” que interpretaron una canción en honor al esclavo que cuidó a la Virgen de Luján durante toda su vida.
--Juntos, Manuel y la Virgen bailaron una chacarera en la que se alababa a María, madre de Jesús. Y luego entró Mama Antula al son de otra chacarera que se puede escuchar si cliqueamos aquí abajo.
 Chacarera a Mama Antula

Haga CLIC sobre la imagen para escuchar la Chacarera a Mama Antula
Y de repente, aparecieron la mula Malacara con su dueño el santo Cura Brochero y la música se tornó en cuarteto cordobés: “Brochero, cura de pueblo, sos el modelo de nuestro clero”.
Y se fueron sumando el beato Ceferino Namuncurá y el mismo Jesús que, hablándole a los chicos, les dijo: “Sigamos viviendo la aventura de la misericordia”. 
En la última escena, santos, ángeles, beatos, Jesús y María, la mula y todas las marionetas bailaron y cantaron: “Murga, candombe es la murga de los santos que vinieron a esta tierra”. 
--Monseñor Ernesto Giobando SJ, vicario para Niños de Buenos Aires, agradeció a todos quienes colaboraron para que esta misa fuera posible: “Gracias a Jesús, María, Mama Antula, Brochero”. Y se rezó en todo el Luna Park una oración al nuevo santo argentino y cordobés. “Gracias al personal del Luna Park, la Policía Federal Argentina, los jóvenes de San Pedro, Dulcísimo Nombre de Jesús, San José de Flores. A Luján y Gonzalo, los animadores, a catequistas, padres, madres y al grupo que da vida a la Vicaría para Niños. Nos vemos el año que viene”.

Este informe fue realizado con el valiosísimo aporte de Fanny, César y Milagros Barnes, Mario Bianchi y Rosa Rocca, Armando Bergonselli y Nelson Pollicelli.

PRENSA Vicaría Para Niños
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