domingo, 20 de septiembre de 2015

Encuentro para Cristo Rey

Queremos encontrar y construir el Reino de Dios

Sugerencias para un encuentro sobre la fiesta de Cristo Rey utilizando las parábolas del Reino del Evangelio de san Mateo.

Las parábolas descorren un poco, aunque no del todo, el misterio del Reino de Dios. Ese Reino escapa a toda definición: es como...; se parece a...; se puede comparar con...
De estas parábolas se desprende que el Reino de los Cielos es una «nueva situación», un «nuevo estado de cosas» que viene de Dios y se inicia con Jesús, pero reclama la respuesta de los hombres. Sus comienzos son muy modestos y apenas perceptibles. Inaugurado por el «sembrador» que sale a sembrar, debe fructificar hasta la cosecha definitiva, de manera misteriosa y más allá de las contradicciones y los fracasos aparentes. Nada puede impedir que siga adelante, y sin duda terminará por transformarlo todo. Por él vale la pena sacrificar incluso los bienes más preciosos. Ya se ha hecho visible, pero sólo al fin se manifestará plenamente.

Podemos comenzar cantando algunas canciones que conozcamos o aprender alguna nueva. Puede ser un popurri de cantos y descubrir qué tienen en común todos ellos, cuál es el tema que se repite…

Yo tengo un rey….mi Salvador…
Reina Dios de majestad vestido…
Mi reino es un grano de mostaza…

Para motivar:

·         Se puede armar un memo test cuyos dibujos sean las comparaciones del Reino que encontramos en el Evangelio de San Mateo.


·         Organizarlos en grupos y darle a cada uno de los textos de la Palabra y pedirles que dibujen con qué compara Jesús al Reino de los Cielos.

Mateo 13, 3- 9     Mateo 13, 24 -30      Mateo 13, 31- 32     Mateo 13, 33   Mateo 13, 44

                             Mateo 13, 45 -46            Mateo 13, 47- 48

·         Presentar una cantidad de titulares de la realidad de hoy de diarios o revistas, o bien imágenes donde se perciban distintas situaciones de dolor, tristeza, violencia, enojo y también de bien, de amor, de caridad, de alegría, solidaridad, sacrificio por el otro y leyendo los textos de las parábolas compararlas y compartir dónde encontramos huellas del Reino del que nos habla Jesús.  

Mateo 13, 3- 9
Entonces él les habló extensamente por medio de parábolas. Les decía: «El sembrador salió a sembrar. Al esparcir las semillas, algunas cayeron al borde del camino y los pájaros las comieron. Otras cayeron en terreno pedregoso, donde no había mucha tierra, y brotaron en seguida, porque la tierra era poco profunda; pero cuando salió el sol, se quemaron y, por falta de raíz, se secaron. Otras cayeron entre espinas, y estas, al crecer, las ahogaron. Otras cayeron en tierra buena y dieron fruto: unas cien, otras sesenta, otras treinta. El que tenga oídos, que oiga!».

Mateo 13, 24 -30
Y les propuso otra parábola: «El Reino de los Cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero mientras todos dormían vino su enemigo, sembró cizaña en medio del trigo y se fue. Cuando creció el trigo y aparecieron las espigas, también apareció la cizaña. Los peones fueron a ver entonces al propietario y le dijeron: «Señor, ¿no habías sembrado buena semilla en tu campo? ¿Cómo es que ahora hay cizaña en él?. El les respondió: «Esto lo ha hecho algún enemigo». Los peones replicaron: «¿Quieres que vayamos a arrancarla?». «No, les dijo el dueño, porque al arrancar la cizaña, corren el peligro de arrancar también el trigo. Dejen que crezcan juntos hasta la cosecha, y entonces diré a los cosechadores: Arranquen primero la cizaña y átenla en manojos para quemarla, y luego recojan el trigo en mi granero».

Mateo 13, 31- 32
También les propuso otra parábola: «El Reino de los Cielos se parece a un grano de mostaza que un hombre sembró en su campo. En realidad, esta es la más pequeña de las semillas, pero cuando crece es la más grande de las hortalizas y se convierte en un arbusto, de tal manera que los pájaros del cielo van a cobijarse en sus ramas».

Mateo 13, 33
Después les dijo esta otra parábola: «El Reino de los Cielos se parece a un poco de levadura que una mujer mezcla con gran cantidad de harina, hasta que fermenta toda la masa».

Mateo 13, 44
El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en un campo; un hombre lo encuentra, lo vuelve a esconder, y lleno de alegría, vende todo lo que posee y compra el campo.

Mateo 13, 45 -46
El Reino de los Cielos se parece también a un negociante que se dedicaba a buscar perlas finas; y al encontrar una de gran valor, fue a vender todo lo que tenía y la compró.

Mateo 13, 47- 48
El Reino de los Cielos se parece también a una red que se echa al mar y recoge toda clase de peces. Cuando está llena, los pescadores la sacan a la orilla y, sentándose, recogen lo bueno en canastas y tiran lo que no sirve.

Podemos compartir entre todos:
·        ¿Cómo podemos construir el Reino?
·        ¿Qué actitudes nuestras lo muestran, lo hacen visible?
·        ¿Cuándo colaboramos al crecimiento del Reino de Jesús?
·        ¿Cómo nos sentimos?

Hacemos nuestra oración delante del Sagrario.
Cantamos
Podemos leer el texto de Juan 18, 36 -37

“Jesús respondió: «Mi realeza no es de este mundo. Si mi realeza fuera de este mundo, los que están a mi servicio habrían combatido para que yo no fuera entregado a los judíos. Pero mi realeza no es de aquí».
Pilato le dijo: «¿Entonces tú eres rey». Jesús respondió: «Tú lo dices: yo soy rey. Para esto he nacido y he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. El que es de la verdad, escucha mi voz».

Le presentamos a Jesús nuestras ganas de construir el Reino …cada uno puede ir completando esta oración:

Jesús quiero construir el Reino dando alegría

Jesús quiero construir el Reino compartiendo
Jesús quiero construir el Reino siendo un poco más generoso
Jesús quiero construir el Reino pidiendo perdón cuando ofendo a alguien
Jesús quiero construir el Reino ……….




Hacemos la misión repartiendo estampas de Cristo Rey entre los familiares, entre los compañeros del cole, a la salida de la misa, saludando a los vendedores de los negocios del barrio………

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