viernes, 3 de mayo de 2019

Rincón de los animadores


Escuchando para anunciar



PRIMER MOMENTO
Comenzamos nuestro encuentro compartiendo en un primer momento una dinámica sencilla que nos ayude a revisar:
qué escuchamos…
a quiénes escuchamos…
cuándo escuchamos…
qué hacemos con lo que escuchamos...

Podemos repartir a cada uno de los integrantes un papel con el dibujo de una oreja y una birome. Nos tomamos unos minutos para responder las preguntas anteriores y luego ponemos en común lo que anotamos.


SEGUNDO MOMENTO
En un segundo momento nos organizamos en distintos grupos. (si son pequeños nos dará la oportunidad de dialogar más).

A cada grupo le entregamos una síntesis del Sinodito de los chicos que el año pasado se realizó en la Arquidiócesis, y párrafos de una homilía del Papa Francisco en Pentecostés.


Comparando las respuestas de las diferentes Vicarías llegamos a esta síntesis:

Ø    NOS GUSTA:

·                    Los encuentros de catequesis donde conocemos a Jesús, nos encontramos con amigos y jugamos.
·                    Participar en la Misa cantando, leyendo, llevando las ofrendas, siendo monaguillos.
·                    Hacer nuevos amigos.
·                    Las salidas a celebrar con chicos de otras parroquias, salir a misionar
·                    Campamentos

Ø    NO NOS GUSTA:

·                    Las Misas largas.
·                    Los gritos, las peleas, no escucharnos, la discriminación.
·                    Cuando los catequistas y el Padre hablan mucho y aburrido.
·                    Que nos obliguen a ir a Misa.
·                    No tener tiempo para jugar

Ø    LE REZAMOS A: Jesús, la Virgen María, Dios, el Ángel de la guarda, seres queridos en el cielo, santos patronos.
Ø    CÓMO: cantando, en voz baja, solos y en el grupo o familia.
Ø    CUÁNDO: ante una necesidad, cuando estamos tristes o enfermos, a la noche, en los encuentros, antes de una prueba o de un partido.






[…] deseo reflexionar sobre tres palabras relacionadas con la acción del Espíritu: novedad, armonía, misión. […]

[…] La novedad que Dios trae a nuestra vida es lo que verdaderamente nos realiza, lo que nos da la verdadera alegría, la verdadera serenidad, porque Dios nos ama y siempre quiere nuestro bien. Preguntémonos hoy: ¿Estamos abiertos a las “sorpresas de Dios”? ¿O nos encerramos, con miedo, a la novedad del Espíritu Santo? ¿Estamos decididos a recorrer los caminos nuevos que la novedad de Dios nos presenta o nos atrincheramos en estructuras caducas, que han perdido la capacidad de respuesta? […]

[…] el Espíritu Santo es el Espíritu de unidad, que no significa uniformidad, sino reconducir todo a la armoníaEn la Iglesia, la armonía la hace el Espíritu Santo. Un Padre de la Iglesia tiene una expresión que me gusta mucho: el Espíritu Santo “ipse harmonia est”. Él es precisamente la armonía. Sólo Él puede suscitar la diversidad, la pluralidad, la multiplicidad y, al mismo tiempo, realizar la unidad. En cambio, cuando somos nosotros los que pretendemos la diversidad y nos encerramos en nuestros particularismos, en nuestros exclusivismos, provocamos la división; y cuando somos nosotros los que queremos construir la unidad con nuestros planes humanos, terminamos por imponer la uniformidad, la homologación. Si, por el contrario, nos dejamos guiar por el Espíritu, la riqueza, la variedad, la diversidad nunca provocan conflicto, porque Él nos impulsa a vivir la variedad en la comunión de la Iglesia. Así, pues, preguntémonos: ¿Estoy abierto a la armonía del Espíritu Santo, superando todo exclusivismo? ¿Me dejo guiar por Él viviendo en la Iglesia y con la Iglesia? […]

[…] El Espíritu Santo es el alma de la misión. Lo que sucedió en Jerusalén hace casi dos mil años no es un hecho lejano, es algo que llega hasta nosotros, que cada uno de nosotros podemos experimentar. El Pentecostés del cenáculo de Jerusalén es el inicio, un inicio que se prolonga. El Espíritu Santo es el don por excelencia de Cristo resucitado a sus Apóstoles, pero Él quiere que llegue a todos. El Espíritu Santo nos muestra el horizonte y nos impulsa a las periferias existenciales para anunciar la vida de Jesucristo. Preguntémonos si tenemos la tendencia a cerrarnos en nosotros mismos, en nuestro grupo, o si dejamos que el Espíritu Santo nos conduzca a la misión. Recordemos hoy estas tres palabras: novedad, armonía, misión. […]

Papa Francisco homilía de Pentecostés 2013



Pensamos y conversamos:
¿escuchamos al Espíritu que nos trae novedad, armonía y nos envía?
¿cómo podemos dejar actuar al Espíritu Santo en relación a lo que los chicos nos dijeron?

Hacemos la puesta en común de lo compartido por los distintos grupos. Alguien puede anotar algunas palabras claves en un afiche.

TERCER MOMENTO
En el tercer momento cerramos el encuentro rezando juntos al Espíritu Santo. Podemos preparar el lugar colocando la Palabra y una vela grande en el centro de una ronda. Hacemos un canto al Espíritu. Luego repartimos una vela a cada uno de los integrantes del grupo y les pedimos que se acerquen a encenderla. Se pueden compartir pedidos al Espíritu y cantar juntos algún estribillo luego de cada oración.

Terminamos compartiendo una merienda si es posible.

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