lunes, 25 de noviembre de 2019

Jesús encendé nuestro corazón

“JESÚS, ENCENDÉ NUESTRO CORAZÓN”.

Con este lema queremos preparar nuestros corazones y nuestras comunidades para la próxima Misa Arquidiocesana de Niños 2019. Estamos viviendo la etapa final de nuestro Sínodo en Buenos Aires y queremos como Iglesia escucharnos entre nosotros y escuchar lo que nos dice Dios y lo que quiere Dios para nuestra Iglesia porteña. En este camino eclesial la presencia de Jesús es fundamental para seguirlo como discípulos y misioneros. Es más, Jesús se hace peregrino y muchas veces no nos damos cuenta de su presencia silenciosa.
Así fue la experiencia de los discípulos de Emaús. Como sabemos dos discípulos volvían a su pueblo después de la muerte de Jesús, estaban tristes y abatidos, con esa sensación de que se había terminado todo. Allí, en el camino, Jesús resucitado empieza a caminar con ellos. Preguntas y respuestas van tejiendo una trama donde la luz se va haciendo presente, llegados a un punto del Camino estos dos discípulos lo invitan a este Peregrino a que pase con ellos y se quede a la cena. Allí, en la mesa común se realiza la manifestación del Señor resucitado, al partir el pan ellos lo reconocieron.
Estos dos hermanos tuvieron una experiencia única, allí en ese camino de Emaús reconocieron al Señor cuando les explicaba las Escrituras y al partir el Pan. Y volvieron  a la Comunidad de Jerusalén y compartieron esta gracia inmensa, y sus corazones ardían de gozo y alegría pascual.
“JESUS, ENCENDÉ NUESTRO CORAZÓN”, es la gracia que le pedimos al Señor en este tiempo de Iglesia Sinodal. Nuestros niños y niñas necesitan descubrir a un Jesús vivo, que está entre nosotros, que camina junto a nosotros con su Palabra Viva. Este Jesús que se deja invitar a nuestras casas y que sentado a la mesa realiza la Eucaristía. Este Jesús que sigue presente en nuestros hermanos más necesitados es el que nos invita a realizar el milagro de compartir. Nuestros corazones muchas veces están apagados, o en stand by, corazones que se miran a sí mismos, corazones egoístas y que se ofenden por cualquier cosa. Hay diversidad de corazones como diversidad de sentimientos y actitudes que van haciendo del corazón un campo muchas veces árido y solitario.
Un corazón encendido es un corazón que recibe la luz y se deja modelar en los grandes sueños. Nuestros niños se dan cuenta que Jesús tiene un Corazón Inmenso de Amor y de Luz. Este Señor quiere volver a caminar en nuestras calles porteñas y llevar la luz de su presencia. Nos toca a nosotros discípulos del Señor, llevar esta luz y anunciar que es una luz que ilumina y que enciende lo más noble y hermoso de nuestros corazones.
Los invitamos entonces a que vayamos preparando el delicado y puro corazón de nuestra niñez para que se encuentren con Jesús y que Él encienda sus corazones. Que esta Misa de Niños 2019 nos ayude a esto.
Los esperamos!

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