miércoles, 12 de julio de 2017

Encuentro: Camino a la Primera Comunión

Hace un tiempo, todos juntos, catequistas y chicos, iniciamos un camino: el camino hacia el encuentro con Jesús.
Este camino hermoso está lleno de encuentros, de amigos nuevos, lleno de amor, lleno de Dios. Un camino donde vamos descubriendo que hay un montón de personas como nosotros que están locas de amor por Jesús y que de muchas formas diferentes, están dispuestas a cambiar el pedacito de mundo que les tocó para que sea mejor.
Y como en todos los caminos que recorremos, siempre hay lugares donde aminorar la marcha, parar un ratito y descansar. Y pensar.
Hoy te vamos a proponer hacer un camino distinto, de la mano de Jesús y de la Virgen María, para seguir acercándonos al momento tan esperado.
La idea es poder familiarizarnos con el rosario, rezarlo, y sobre todo, utilizarlo como puente hacia el encuentro con Jesús.
Ya habrán escuchado hablar de las “novenas”, una forma particular de rezar. Hacer una novena es algo así como rezar el rosario durante nueve días seguidos y conectarnos con Dios a través de él.
Se nos ocurrió que nosotros podemos crear nuestra propia forma de rezarlo: “El camino de la Primera Comunión”. Un camino de cinco días, donde cada uno de ellos sea una estación en este camino, donde nos detendremos a pensar y a hacer algunos gestos antes de seguir avanzando.
Vamos a empezar a recorrerlo!!!

Primera estación: “Empezamos a caminar”

Para poder empezar a caminar es fundamental tener a mano un rosario. ¿Quién no tiene uno? Y si no, siempre tenemos alguien que nos puede prestar uno.
Este va a ser un día de encuentro personal con Jesús, de dar el primer paso. Por eso vamos a proponerles rezar “una decena” del rosario.
Para el que todavía no la tiene muy clara, una decena del rosario se reza así:
·         1 Padrenuestro
·         10 Ave María
·         1 Gloria
De esta manera nos ponemos en marcha!!!
 

Segunda estación: “Rezamos con María”

María siempre está cerca, mirándonos y cuidándonos con su mirada atenta de madre.
En esta segunda estación vamos a rezarle a ella, a nuestra Virgen del Rosario, y a poner en sus manos todo lo que tenemos en el corazón. Para ello, les dejamos una oración que nos va a ayudar.

                                                                                                                
Tercera estación: “Nuestra familia, lugar de oración”

Nuestra familia, nuestro hogar. Un lugar donde compartir nuestra fe, una estación segura llena del amor de Jesús.
Animate a hacer con los integrantes de tu familia tu bandera familiar, una bandera que los identifique, con las características de tu familia!! Una bandera única!!! Tranquilos, no hace falta que sea una bandera gigante, si le ponés todo tu amor, alcanza con que tenga el tamaño de una hoja de dibujo.
Una vez que la tengas, ponela en manos de Jesús rezando junto al rosario un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria.
Manos a la obra!!!


Cuarta estación: “Junto a los que más nos necesitan”

Todos conocemos a alguien que no la está pasando bien. Alguien que por algún motivo, está triste o preocupado y necesita más que nadie que recemos por él y, sobre todo, de la presencia de Jesús.
Vamos a contagiarlo de esta experiencia de rezar el rosario, de hacer contacto con Dios de esta manera. Para ello, te dejamos una imagen del Rosario que podes imprimir o copiar y regalársela a quien creas que más lo necesita. Cuando se la entregues, será un buen momento para rezar juntos un Padrenuestro por todas las cosas que ambos tengan en el corazón. Animate!!!



Quinta estación: “Todos junto a Él”

Llegó el momento de finalizar este recorrido y de llegar para encontrarnos con Él. Para encontrarnos con Jesús cara a cara.
Todo este camino nos ayudó a compartirlo con diferentes personas de distintas maneras, pero ahora es Él quien quiere encontrarse con nosotros.
Por eso, de la mano de nuestro sacerdote, vamos a compartir un espacio de adoración al Santísimo. Un ratito donde vamos a poner en manos de Jesús todas esas cosas que fuimos “recolectando” a lo largo de este camino, y sobre todo, aquello que fuimos rezando durante estos días.
Para finalizar este ratito de adoración, vamos a rezar una decena del rosario.



No se pierdan esta oportunidad de encontrarse con Jesús a través de la oración de una manera diferente. El rosario no es un elemento decorativo, es un puente para que nos abracemos con Dios, una forma de estar cada vez más cerca de Él. 

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